Programas de radio ofrecen esperanza y aliento a sobrevivientes de Dorian

Los esfuerzos iniciales de búsqueda y rescate han terminado semanas después de que el huracán Dorian dejara partes de las islas Bahamas en pedazos. El número de muertos asciende actualmente a 51, pero los expertos advierten que aumentará a medida que los trabajadores humanitarios descubran más cadáveres.

Una estimación inicial sitúa los daños de Dorian en 7.000 millones de dólares en las islas Abaco, Gran Bahama y Nueva Providencia. Aunque el camino de Dorian lo llevó más allá de varias naciones caribeñas, la tormenta pasó la mayor parte de su tiempo sobre Gran Bahama y Abaco, causando así el mayor daño a estas islas.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, recorrió las zonas dañadas y describió la ira de Dorian como “Categoría Infierno”.

La temporada de huracanes puede ser un asunto sombrío en el Caribe. Steve Shantz dice que la organización cristiana Radio TransMundial (RTM) quiere destacar la esperanza que existe después de tormentas como Dorian. “Cuando una tormenta golpea una zona y la vida de la gente se ve afectada, ponemos al aire una programación especial”, explica.

“Por lo general, son programas que tratan sobre cómo lidiar con las dificultades en la vida, cómo lidiar con los desastres, cómo poner su esperanza en Cristo; también, cómo lidiar con el dolor y cómo lidiar con las pérdidas”.

Junto con estos programas especiales, RTM transmite programas cristianos como “Una Palabra Contigo”, “Vida de Familia Hoy” y “Pedrito El Pulpo” desde Bonaire a las islas circundantes, incluyendo las Bahamas.

La temporada de huracanes en el Atlántico está sólo a mitad de camino. Los pronosticadores predicen entre dos y nueve tormentas más con nombre antes de fin de año, incluyendo algunos huracanes grandes como Dorian.

Los desastres naturales dejan a los creyentes impotentes en todos los sentidos menos en uno: la oración.

“Hay muchas aguas abiertas en el Caribe y en el Atlántico. Nuestras oraciones pueden ser que los caminos de las tormentas las lleven a aguas abiertas, lejos de lugares con población”, sugiere Shantz.