Familia cristiana se refugia en montañas tras ser expulsada de su hogar en México

Miguel Pérez Díaz, sus ocho hijos y su padre de 87 años han estado viviendo en una cabaña en la pendiente de una montaña desde mayo, cuando las autoridades locales los expulsaron de su aldea en el estado de Chiapas, México.

Familiares, amigos y vecinos en Tajlovijho, una aldea en el municipio de San Andrés Larráinzar en el sur de México, los habían estado acosando por abandonar las prácticas religiosas indígenas por el cristianismo, dijeron diversas fuentes.

“La primera acción que tomaron contra ellos fue cortar su servicio de agua potable”, dijo el pastor Mario Choj a Morning Star News. “Luego los obligaron a abandonar la humilde casa que poseían”.

Tras dejar la mezcla “tradicionalista” de rituales y creencias católicas e indígenas, la familia Pérez puso su fe en Cristo hace cuatro años y comenzó una pequeña comunidad en su hogar, dijo el pastor Choj, quien dirige una Iglesia de las Asambleas de Dios llamada Jesús Es el Camino

La familia cargó las pocas pertenencias que sus vecinos les permitieron tomar y subieron las montañas a un pueblo llamado Mitontic, donde sobreviven recogiendo el rocío de la mañana en una sábana de nylon y agua de lluvia que cae del techo de metal de la choza que construyeron. Almacenan el agua en botellas vacías y otros recipientes.

A pesar de refugiarse lejos de su hogar, están obligados a pagar a los oficiales de Tajlovijho 500 pesos (US $ 26) cada mes para evitar que las autoridades del pueblo tomen posesión de su casa y sus pertenencias restantes, dijeron las fuentes.

El pastor Choj dijo que Pérez le contó que la familia está preparada para sufrir por Cristo.

“Seguir a Cristo es hermoso”, dijo Pérez, según el pastor. “No importa si tenemos que vivir en el sufrimiento, la persecución y el desprecio de nuestra aldea. Todos en la familia sabemos que vivir cerca de Dios es una bendición, y nos deleitamos en la salvación que se encuentra solo en Jesucristo”.

Su caso es uno de los miles en que familias indígenas mexicanas fueron expulsadas de sus hogares y perdieron todas sus pertenencias “solo porque han aceptado que Jesús es la única esperanza de que los mexicanos tengamos que estar libres de pecado y castigo eterno” dijo Choj.

Casos similares de persecución han ocurrido en Oaxaca, Durango y otros estados fuera de Chiapas. En julio, habitantes de Huejutla, estado de Hidalgo, cortaron el servicio de agua a dos familias cristianas por negarse a participar en los "festivales católicos de la comunidad", según el portal en línea Animal Político.