Piden a presidente de Costa Rica aprobar ley de libertad religiosa

Un grupo de diputados cristianos pidieron al presidente costarricense Carlos Alvarado que convoque el proyecto “Ley para la libertad religiosa y de culto”, y que abogue para que su bancada oficialista apoye dicha iniciativa.

“En las últimas horas el presidente manifestó que había visto cómo la discriminación había alcanzado a la comunidad evangélica, lo que debería significar un apoyo a este proyecto que durante el primer año fue bloqueado por sus diputados [oficialistas]”, comentó Jonathan Prendas, diputado que forma parte de la Comisión de Gobierno y Administración, foro donde se conoce el proyecto.

En Costa Rica se protege desde la Constitución Política la libertad religiosa y de culto, pero no existe una ley que implemente ese resguardo, por lo cual deja en desprotección a los millones de creyentes que habitan el país.

La objeción de conciencia, la objeción de ideario, una razón social acorde al ejercicio de la fe, el ordenamiento de los deberes y derechos para las organizaciones religiosas que se establezcan en el país y el detalle de cómo implementar el derecho humano a la libertad religiosa que es de primera generación, son algunas de las necesidades que solventaría dicha ley.

“Creemos que es el mejor momento para impulsar la ley de libertad religiosa, iniciativa en la que trabajan de forma coordinada la mayoría de las fracciones que integran la comisión de gobierno”, explicó Carmen Chan coordinadora del partido Nueva República cuyos diputados son en su totalidad cristianos evangélicos.

Los legisladores cristianos pedirán a las distintas bancadas del Congreso que se apruebe el trámite rápido al proyecto de ley de libertad religiosa, ya que muchos sectores de la sociedad costarricense que han externado su preocupación por la persecución religiosa.

Las diferentes religiones presentes en Costa Rica han apoyado esta iniciativa desde hace años y aún hoy ven en este proyecto de ley una oportunidad para tener tranquilidad en el ejercicio de su fe, ante la inseguridad jurídica que tienen las religiones en el país centroamericano.