La autoridad electoral de Panamá declaró de manera “extraoficial” que Laurentino “Nito” Cortizo ganó las elecciones presidenciales celebradas este domingo.

El Tribunal Electoral indicó que, con 95% de los votos escrutados, había una tendencia “estable” que permitía declarar a Cortizo, de la alianza de centroizquierda “Uniendo Fuerzas”, como “virtual” ganador de la contienda.

El anuncio fue hecho por el presidente del Tribunal, Heriberto Araúz, a través de una llamada telefónica transmitida por los medios de comunicación. Araúz le dijo a Cortizo que lo llamaba para anunciarle que era “el virtual triunfador al cargo de presidente de la República para el quinquenio 2019-2024”.

La declaratoria definitiva se dará en los próximos días.

Sin embargo, el margen de diferencia era tan estrecho que Rómulo Roux, el segundo en el conteo, dijo la noche del domingo que no reconocerá los resultados hasta que revisen minuciosamente todos los votos.

Roux se dirigió a la prensa junto a sus seguidores para advertir que no iba a aceptar los resultados por considerar que el conteo iba demasiado ajustado y que tenía informes de irregularidades e impugnaciones que afectaron su candidatura.

“Tenemos que garantizar la protección del proceso electoral y de la democracia. Ahora mismo (la elección) está en dudas”, dijo sin aportar pruebas y en medio de los seguidores que gritaban “¡No al fraude!”.

Con más del 90% de las mesas de votación escrutadas, Cortizo -un empresario ganadero de 66 años - contaba con 33% sobre Roux, del opositor Cambio Democrático, que tenía 31%.

Cortizo se ha manifestado favorable tanto al matrimonio igualitario como a la unión civil entre personas del mismo sexo.

Participación evangélica

El candidato José Blandón -cuya candidata a la vicepresidencia era la evangélica Nilda Quijano- contaba con apenas un 10% de la votación en cuarto lugar. Quijano es una líder de la iglesia Hossana dirigida por el conocido pastor Edwin Álvarez.

Mientras tanto, la agrupación Un Cambio para Despertar, que integraron los partidos Cambio Democrático y el partido Alianza, que empujaba a Rómulo Roux, se alió a la Acción Democrática Nacional, que dirige el pastor Rolando Hernández, uno de los activistas en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y que lidera la Alianza Evangélica Nacional.

Hernández fue uno de los promotores de multitudinarias marchas que se desarrollaron en 2017 a favor de la vida y la familia.

De esta forma los tres partidos políticos más grandes del país buscaron sumar a su estrategia electoral a grupos de corte evangélico, una comunidad creciente que ha hecho sentir su voz en la discusión de temas complejos para el país.