Pastores evangélicos que se encontraban en las afueras del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), sede del Centro Logístico Electoral (CLE) del Consejo Nacional Electoral (CNE), denunciaron haber sido agredidos violentamente mientras intentaban orar por la paz del escrutinio especial.

Los líderes religiosos, incluyendo al pastor Gerardo Irías, presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, señalaron directamente a militantes del partido Libertad y Refundación (Libre) como responsables de la confrontación. Libre es un partido político de extrema izquierda que desde su fundación ha sido liderado por Zelaya y su esposa, Xiomara Castro.

El pastor Irías explicó que su única intención era la oración: "como pastores lo único que íbamos a hacer era orar", específicamente "para que el escrutinio fuera realmente en paz".

El pastor Irías indicó que el grupo había solicitado los permisos correspondientes para llevar a cabo la oración, pero aun así fueron agredidos. Ante la situación, los pastores se vieron obligados a retirarse del lugar y trasladarse hasta una gasolinera cercana, donde finalmente pudieron realizar la oración por el proceso electoral y por la paz en Honduras.

Un intento de linchamiento

Detalló Irías la crudeza del ataque: "Nos sacaron a pedradas del CNE de la parte de afuera donde estaba realmente la carpa de Aldana y de ahí nos sacaron a pedradas

Según Irías, el ataque fue generalizado, con agresores que "rajaron la cabeza a un pastor" y lanzaron "pedradas en el lomo" a otros.

El pastor Mario Banegas, presidente de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa, sufrió una lesión en su cabeza por una de las piedras lanzadas, explicó: "Fue una pedrada que me lanzaron, me abrieron la cabeza," los atacantes se abalanzaron "en turba" y en el tumulto quisieron "abalanzarse en contra de los otros pastores". Incluso, había personas que "querían lincharnos a todos".

La Policía Nacional cuestionada por su total inacción

Un punto central en las denuncias fue la inacción de las autoridades policiales. Tanto el pastor Irías como el pastor Banegas indicaron que la Policía estaba en el lugar, pero no intervino para protegerlos sino que fueron simples espectadores. Incluso algunos de ellos les insultaron.

El pastor Irías expresó su frustración ante la falta de protección: "La Policía Nacional en la cara de ellos y ni tan siquiera metieron un dedo para defendernos mirando lo que nos estaban haciendo". Calificó la situación de "vergonzoso realmente no tener autoridades para que nos defiendan".

Por su parte, el pastor Banegas reiteró que "la Policía no intervino en nada". El pastor Banegas teme que, si bien el ataque le tocó a él, podrían venir "cosas más violentas en contra la ciudadanía".

Llamado al orden y perdón a agresores

A pesar de la violencia experimentada, el pastor Gerardo Irías manifestó que los pastores perdonan a sus atacantes, diciendo: "les perdonamos por lo que nos hicieron hoy".

El pastor Irías hizo un llamado directo a la presidenta de la República, pidiéndole que tome medidas: "le hago un llamado para que llame al orden a sus militantes porque es vergonzoso saber lo que pasó hoy con nosotros".

Finalmente, los pastores evangélicos hicieron hincapié en su deseo de paz, buscando que el proceso electoral "salga de una vez por todas" para que la población hondureña pueda tener "paz y tranquilidad".

El pastor Banegas concluyó deseando que el escrutinio de las actas con inconsistencias transcurra "de la mejor manera" para que la nación pueda tener un presidente próximamente.

El incidente ha generado preocupación entre distintos sectores de la sociedad, que consideran que la violencia y la falta de actuación policial en espacios públicos vulnera los derechos fundamentales y la libertad de culto en Honduras.