La Comisión Organizadora del 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades se desarrollará los días 22 al 24 de noviembre en la ciudad de Corrientes (Argentina) con 400 artistas de distintos puntos del país. Un evento masivo y autoconvocado, que desde hace 38 años reúne a lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersexuales y personas no binarias de todo el país. Durante tres días se realizan más de cien talleres vinculados a derechos, luchas y temáticas diversas.

A pocas horas de que su inicio la Iglesia Evangélica Congregación Cristiana Argentina decidió hacer una extensa declaración pastoral, mostrando su crítica a la organización del evento, a los sectores institucionales que lo apuntalan y a las ideologías que están tras esta actividad.

Pero por otra parte el documento cuestiona abiertamente que se haya declarado de «interés provincial» lo que consideran un «evento ideológico y militante», reprochando el uso del sistema educativo, las aulas y los recursos económicos públicos para financiarlo.

También ratifican su postura bíblica sobre la familia y el concepto biológico binario del sexo (hombre y mujer) como un «diseño divino», con lo que se oponen a la visión de la ideología de género. «No podemos afirmar como bueno aquello que es contrario al diseño creacional», sostienen, aclarando que no se rechaza ni la persona con disforia de género sino que le tienden la mano y su apoyo.

Una parte del contenido se dirige a sectores liberales del cristianismo que han adoptado posturas más ambiguas o “inclusivas”, que tildan de «ambigüedad doctrinal» y como voces eclesiales que buscan estar a bien con las corrientes sociales a cambio de «diluir las definiciones de fe».

«El amor genuino no es silencio cómplice ni aprobación irreflexiva», sentencian, advirtiendo que el acogimiento y el respeto no debe confundirse con validar agendas políticas o ideológicas contrarias a los valores bíblicos.

Finalmente basándose en la «dignidad sagrada de toda persona» (el ser humano creado a imagen de Dios) rechazan cualquier tipo de violencia física o verbal hacia las asistentes. «Nadie debe ser maltratado por su condición», reza el texto, instando a sus fieles a mantener un respeto cívico absoluto y a «disentir sin destruir».

Con su pedido a la calma se exhorta a la ciudadanía a no caer en provocaciones sin dejar de defender la libertad de conciencia. Ejerciendo este último concepto piden a sus fieles ser sal y luz” y no esconderse, pero tampoco reaccionar con ira. «Oramos para que reine la paz en Corrientes», concluyen.

DECLARACIÓN PASTORAL DE LA IGLESIA EVANGÉLICA CONGREGACIÓN CRISTIANA ARGENTINA - ANTE EL 38° ENCUENTRO PLURINACIONAL EN CORRIENTES

Como iglesias evangélicas de la provincia de Corrientes y como parte de la comunidad cristiana en Argentina, deseamos expresar públicamente nuestra posición ante el 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, que tendrá lugar en la ciudad de Corrientes los días 22, 23 y 24 de noviembre de 2025.

El Gobierno de Corrientes declaró de interés provincial al Encuentro Plurinacional de lesbianas, trans, intersexuales, bisexuales y no binaries: un evento ideológico y militante movilizando el sistema educativo, aulas, personal, recursos económicos públicos para dicho evento ideológico.

Vivimos tiempos donde la sociedad debate intensamente sobre la identidad, el género y la convivencia. Mientras otras voces eclesiales han optado por mensajes centrados exclusivamente en el encuentro social, a veces diluyendo las definiciones de fe en pos de una convivencia sin tensiones, nosotros debemos proclamar "todo el consejo de Dios"

 Por tanto, declaramos:

1.- Afirmamos la dignidad sagrada de toda persona humana. La Biblia enseña que todas las personas fueron creadas a imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto: Toda vida humana posee valor intrínseco. Ninguna persona, sin importar su identidad, historia o convicciones, debe ser despreciada, humillada ni violentada. Como iglesia, afirmamos que el amor al prójimo es un mandato categórico de Jesús.

Como cristianos, defendemos el valor inalienable de la vida y la dignidad de toda persona, sin excepción. Rechazamos categóricamente cualquier forma de violencia, insulto, agresión física o verbal contra quienes piensan, sienten o viven de manera diferente a nosotros.  "Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres." 

El respeto cívico es un deber cristiano. Nadie debe ser maltratado por su condición. La dignidad humana proviene de ser criaturas de Dios (Imago Dei), y esa dignidad debe ser protegida. Oramos para que, como sociedad, podamos disentir profundamente sin destruirnos mutuamente.

2.- A la vez, afirmamos la verdad bíblica sobre la creación del ser humano.

 Nuestra fe no se basa en corrientes culturales cambiantes, sino en la Palabra inmutable de Dios.  Afirmamos la binariedad de la creación (hombre y mujer) como un diseño divino, perfecto e intencional.

Aunque respetamos el libre albedrío de las personas para decidir sobre sus vidas, como iglesia no podemos, ni debemos, validar la ideología de género ni considerar la transexualidad como normativa. La biología y la Fe coinciden en un diseño complementario para la preservación de la vida y la familia.

Desde nuestra Fe confesamos que Dios creó al ser humano varón y mujer. Esta diferenciación sexual forma parte del diseño bueno de Dios para la vida humana.

Reconocemos que la experiencia de la disforia y la transexualidad es real, compleja y muchas veces dolorosa, y como iglesia acompañamos pastoralmente con misericordia a quienes la atraviesan.

Pero debemos decir con claridad y sin odio, que no podemos afirmar como bueno aquello que es contrario al diseño creacional.

3.- No rechazamos a las personas. pero no podemos avalar una atención especial de una ideología

Amamos, recibimos, escuchamos y servimos a todas las personas sin excepción.

Pero no podemos aplaudir ni promover prácticas o ideologías que consideramos contrarias a la revelación bíblica.

No aplaudimos ni aprobamos estilos de vida que se alejan del diseño del Creador. Hacerlo no sería amor, sino indiferencia ante lo que consideramos la voluntad buena y perfecta de Dios. Sin embargo, nuestro desacuerdo con las agendas políticas y las ideologías que promueve este Encuentro no disminuye nuestro amor por las personas que asisten. Vemos en ellas personas por las cuales Cristo murió.

 El amor genuino no es silencio cómplice ni aprobación irreflexiva, sino decir la verdad con compasión.

4.Religiones y Estado.

Respetamos profundamente las opiniones y posturas y valoramos todo llamado a la paz social. El diálogo es necesario. La ambigüedad doctrinal, no.

 Como evangélicos creemos que el encuentro y la hospitalidad deben ir siempre acompañados de una afirmación nítida de la verdad bíblica.

Exponemos públicamente el total rechazo en el uso de los recursos públicos, personal, aulas, a un evento que desea ideologizar nuestra sociedad.

5.- Un llamamiento a la Iglesia: Sal y Luz

 A nuestros hermanos en la fe: no es tiempo de esconderse, ni de silenciarse por temor o dádivas, ni de reaccionar con ira, sino de ser Sal y Luz.

No caigamos en la "lógica de la confrontación" violenta, pero tampoco en la "cultura del encuentro" vacía que sacrifica la verdad bíblica por quedar bien con el mundo.

Mantengamos nuestras puertas abiertas para sanar, restaurar y predicar el Evangelio de Jesucristo, que es el único poder capaz de transformar verdaderamente el corazón humano y la sociedad.

6.- Llamado final a la paz, al respeto y a la convivencia sin violencia.

En este tiempo de creciente hostilidad social, llamamos a la ciudadanía, a las organizaciones participantes y a toda persona de buena voluntad a:

Rechazar la violencia física, verbal, simbólica y política hacia cualquier grupo.

Defender el valor inalienable de cada ser humano, porque proviene de ser criatura de Dios.

Escuchar al diferente sin ridiculizarlo.

Buscar la paz de la ciudad

Promover una convivencia donde la libertad de conciencia y de expresión de toda persona, cualquiera que sea su condición, sea respetada.

 Como iglesias evangélicas, acompañaremos estos días con oración, servicio y presencia pastoral, convencidos de que “la misericordia y la verdad se encontraron” (Salmo 85:10).

 Pedimos a Dios que reine la paz en Corrientes, que cesen toda forma de violencia y odio, y que cada persona pueda experimentar el amor transformador de Jesucristo.

Noviembre 2025. Congregación Cristiana Argentina - Corrientes