Alianza de pastores y diputados evangélicos podría elegir a Bolsonaro en primera ronda

El candidato conservador brasileño Jair Bolsonaro hizo una transmisión en vivo en sus redes sociales la noche del pasado jueves. A su lado, dos pastores muy conocidos, Silas Malafaia y Claudio Duarte. Además de los asuntos políticos, hablaron sobre valores de la familia, Dios y citaron a Israel como un modelo a seguir.

Bolsonaro se declara católico, pero “habla la lengua de los evangélicos”, según afirmó recientemente José Wellington da Costa, presidente emérito de las Asambleas de Dios, mayor denominación evangélica del país.

La asociación del presidenciable con los pastores y con el segmento evangélico es antigua y puede ser fundamental para su elección este domingo. Con tan sólo ocho segundos de televisión, un partido muy pequeño y sin el financiamiento millonario de la mayoría de sus competidores, vencer esa elección ya sería un milagro.

Esta fue la expresión usada por el cuando hablo sobre haber sobrevivido a una puñalada por parte de un militante socialista. El candidato debió pasar por dos cirugías en su intestino y tres semanas en el hospital. Esto lo sacó de los debates de la televisión y le impidió cumplir muchos de los compromisos que tenía programados.

La opción por la transmisión de media hora por Internet en Facebook es estratégica. Él tiene 6,7 millones de seguidores solamente en Facebook y el vídeo en cuestión fue compartido más de dos millones de veces en la noche de exhibición.

El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, escogió Fernando Haddad (ex ministro de la Educación 2005-2012) para sustituirlo, toda vez que el (Lula) está preso, condenado a 12 años por corrupción. La opción de un conocido marxista, defensor de la cuestión LGBT, legalización de las drogas y del aborto no cayó bien a los evangélicos. Encuestas indican que el rechazo a Haddad llega a 45% de los votantes de ese segmento.

Con cerca del 30% de la población, los evangélicos son una fuerza política creciente en el país. La candidatura de Bolsonaro parece haber logrado atraer para sí la mayoría de esos votos por dejar claro desde el principio que las cuestiones morales son tan importantes como las económicas.

El lema de su campaña es “Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos”. En la primera página de su plan de gobierno, está el versículo de Juan 8:32, que dice “Conocéis la verdad y la verdad os hará libres”, frase dicha por el candidato con frecuencia durante la campaña.

Brasil tiene otros dos candidatos evangélicos, Marina Silva y Cabo Daciolo, pero ninguno logró atraer el mismo tipo de apoyo que Bolsonaro. La primera por tener un historial de conexión con partidos socialista y el otro por comportarse más como un pastor que con el gestor que una nación en crisis necesita.

Uno de ellos, Ezequiel Teixeira, es diputado por Rio de Janeiro y pastor de una mega-iglesia. El recuerda que hay varios proyectos de ley que se tramitan en la Cámara que enfrentan a la fe cristiana. “El elector conoce las propuestas del PT y por eso las rechaza”, afirma.

“No tengo verguenza de mi fe, peleo por la Iglesia y por los valores bíblicos, que son las bases de la civilización Occidental”, afirma. Teixeira entiende que hoy solamente Bolsonaro tiene el coraje necesario para empezar un cambio real en la nación. “Soy diputado, trabajé en el Congreso con Bolsonaro y ya he dicho que los cristianos son el cambio que Brasil necesita”.

Otro apoyo importante es el del pastor Hidekazu Takayama, presidente de la bancada evangélica. Aunque su partido tiene otro candidato, él apoya a Bolsonaro. En una reciente entrevista, Takayama reclamó que la “izquierda atea que no gustan de los cristianos, podría hundir a la nación en definitiva”, porque el PT apoya a regímenes como el de Cuba y el de Venezuela.

Si gana en primera ronda, como indican algunas previsiones, Bolsonaro tendrá mucho a agradecer a los evangélicos que, según el proprio Haddad, son los “responsables” por su gran crecimiento en las encuestas en los últimos días.