Inmenso dolor y clamor por dos jóvenes evangélicos dominicanos asesinados

Dos jóvenes cristianos perdieron la vida la noche del jueves 29 de febrero a manos de desconocidos en la comunidad de El Brisal, en La Güayiga. Los fallecidos fueron identificados como Javier Hernández de Jesús de 28 años y José Manuel Gómez Jiménez de 38. Los jóvenes se trasladaban en una motocicleta cuando los delincuentes los interceptaron con presunción de asaltarlos.

Este trágico incidente ha ocasionado una profunda conmoción en La Güayiga y sus alrededores, donde la integridad y el carácter de ambos jóvenes se reconocía y apreciaba por todos.

La madre de uno de ellos pidió a las autoridades que adopten medidas firmes contra la delincuencia, que hace que se pierdan muchas vidas inocentes. "Yo espero en Dios, porque yo espero la justicia divina, pero hay que hacer su parte aquí, que esto no se quede así, están pasando demasiadas cosas y los tígueres siguen haciendo y deshaciendo", indicó.

Pastores de la iglesia evangélica pentecostal donde se congregaban los jóvenes asesinados hicieron un llamado al gobierno y a las autoridades a enfrentar con más fuerza la criminalidad.

Las víctimas ensayaban para una actividad de la iglesia y fueron a buscar un vehículo que había sido reparado con el fin de utilizarlo para esta actividad de la iglesia. En el camino los malhechores le quitaron la vida. “Estos jóvenes eran hombres trabajadores primeramente y segundo, jóvenes de Dios que no le hacían daño a la sociedad más bien, aportaban a la sociedad. Por eso en este momento quiero que, esto llegue si es posible hasta el presidente de la República, para que él se haga eco de esta noticia. Los moradores y pastores de aquí del kilómetro 20 de la Autopista Duarte, El Brisal queremos que se haga justicia” dijeron los pastores evangélicos.

Por el momento el caso se encuentra en una fase de investigación, para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el hecho, a la altura del kilómetro 30 de la autopista Duarte.

Ambos fueron sepultados la mañana de este pasado sábado. Desde lo ocurrido no ha callado el llanto, ni secado las lágrimas más allá del sector El Brisal, donde faltan palabras para describir los valores que identificaban a los jóvenes evangélicos, aunque también el consuelo y la esperanza para enfrentar su muerte sabiendo que por su fe serán reencontrados en el cielo.