Los menonitas son una comunidad socioreligiosa que tiene sus orígenes en la Europa occidental del siglo XVI. Vienen del movimiento Anabaptista que surgió de la Reforma Protestante y llevan su nombre por el holandés Menno Simons, líder contemporaneo de los reformadores.

Desde los inicios, fundaron sus costumbres en ideales de no violencia, bautismo de adultos y separación de tentaciones mundanas. Suelen ser confundidos con los amish, que también son anabautistas, pero es una rama distinta.

Al trasladarse de los Países Bajos a Alemania y Ucrania, los menonitas se apegaron al ahora arcaico “idioma bajo alemán” mientras eludían mandatos para servir en los ejércitos de varios países, hacer juramentos civiles y unirse a los sistemas educativos nacionales. 

Hoy en día, este movimiento ha encontrado refugio en América del Norte y del Sur para prosperar en algunos de esos países. Las colonias más conservadoras son conocidas entre otras cosas, por rechazar el uso de neumáticos de caucho en tractores, la electricidad o teléfonos, mientras que en otras comunidades se aprueba el uso de tecnología.

En los últimos años, estas iglesias se han dividido por debates sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y otros temas (como ha ocurrido en la práctica totalidad de las denominaciones protestantes históricas), sin embargo, la mmayoría se mantienen como comunidades del denominado Antiguo Orden, que siguen sus tradiciones en países latinoamericanos y algunas regiones de los Estados Unidos.

Referencia de mujeres menonitas. Fuente: coloniamenonita.com

Menonitas en Latinoamérica

Se cree que la expansión menonita en América Latina comenzó en la década de 1920. Desde entonces, se han creado más de 200 colonias agrícolas en el centro y sur del continente.

El denominado “Antiguo Orden” se ha asentado en países donde las costumbres sociales se mantienen más cercanas a sus propios valores conservadores. Sin embargo, las colonias más progresistas les resulta normal poseer teléfonos inteligentes, televisores o camionetas.

A veces se encuentra diversidad dentro de estos grupos, sin embargo, algunos miembros tienen puntos de vista marcadamente opuestos sobre la educación, el trabajo, el uso o rechazo del idioma español y los vínculos con el mundo exterior.

Los académicos creen que México tiene el mayor número de menonitas en América Latina, sin embargo, las comunidades ubicadas en Paraguay, Bolivia y Belice son más visibles según medios internacionales.

El Congreso Mundial Menonita (CMM) informó que el 10% de los 2,13 millones de personas que pertenecen a iglesias arraigadas en la Reforma Radical del siglo XVI en Europa tienen su sede en América Latina y el Caribe. 

Esta cifra es significativa, pero no incluye algunos de los grupos más tradicionalistas, como los menonitas de la antigua colonia y los menonitas del viejo orden, que constituyen muchas de las comunidades latinoamericanas y que no se organizan con el Congreso.

En Belice, 14 colonias menonitas representan un porcentaje no irrelevante en un país de tan solo 400.000 habitantes, pero en la década de 1970, muchos de esos grupos migraron a Paraguay y Bolivia, temerosos de una progresiva modernización y escasez de tierras.

El precedente en Bolivia

Según la prensa mundial, Bolivia posee 90 colonias identificadas. Allí, los creyentes encontraron tierra y una actitud de aceptación por parte de las autoridades locales en cuanto a sus construmbres.

Sin embargo, el aislamiento de los menonitas en la localidad de Manitoba, contribuyó a una serie de delitos sexuales que asolaron sus comunidades en 2009. Allí un grupo de hombres fueron detenidos y condenados por la violación y agresión sexual hacía mujeres adultas y menores dentro de esta pequeña comunidad cristiana. De hecho, la película “Ellas hablan” del 2022 fue inspirada en este caso.

Película "Ellas hablan". Fuente: Universalpictures.es

Rebecca Janzen, académica de la Universidad de Carolina del Sur que ha estudiado las colonias menonitas en la región y tiene parientes en varias, dijo que “en Bolivia, las comunidades menonitas más grandes son muy conservadoras” y “las más grandes no aprenden español, no utilizan tecnología eléctrica… En México, hay algunas personas que asistieron a la universidad; en Bolivia eso es mucho más raro”.

Conversiones

Los menonitas a menudo se muestran reacios a aceptar forasteros en sus comunidades, ya que les unen vínculos familiares que se remontan a siglos. Además, la necesidad de aprender las costumbres bajo alemanas y menonitas, más la frecuente ausencia de orientación para estos posibles conversos representan grandes barreras.

Rebecca Janzen dice que los horarios de los servicios religiosos menonitas no se publicitan. Agregó que los servicios generalmente se llevan a cabo en bajo alemán, con cánticos específicos que pueden ser muy difíciles de aprender y seguir para los de afuera.

A pesar de esto, la conversión a la fe menonita es posible, aunque es difícil incluso cuando los candidatos están dispuestos a respetar las limitaciones en el uso de la tecnología. 

Algunos grupos menonitas llevan a cabo actividades evangelizadoras y misioneras, que a menudo tienen el efecto de acercar a la fe cristiana a comunidades indígenas y aisladas, incluso si no se convierten en menonitas.

Yann le Polain, en su artículo sobre la expanción de los menonitas en Latinoamerica dice que la actividad misionera está completamente separada de las colonias. Agregó que “cuando llevan a cabo actividades misioneras y de cooperación, son diferentes personas las que lo hacen, con diferentes objetivos”.

De todos los países donde han hecho colonia, Paraguay proporciona un claro ejemplo de la expansión menonita a través de la conversión y crecimiento demográfico.

Delmer Wiebe, hijo de antiguos menonitas, es jefe de departamento de la Universidad Evangélica de Paraguay, creada en la década de 1990 en la Asunción con la ayuda de la comunidad menonita del país. De los otros cinco miembros de la junta ejecutiva del departamento, dos son menonitas no étnicos que se han convertido a la fe.

Uno de ellos es Rogelio Duarte, profesor de teología que se hizo menonita hace 50 años. Estima que Paraguay tiene entre 45.000 y 50.000 menonitas, tanto antiguos como conversos.

“La influencia menonita en Paraguay es importante tanto desde el punto de vista económico y educativo como religioso y social, especialmente a través del trabajo con los grupos étnicos nativos”, dijo Duarte.

Congreso Mundial Menonita. Fuente: @mwcmm en X

Al final, los menonitas han tenido que adaptarse a circunstancias cambiantes en cada lugar donde se han asentado, y sus relaciones con diferentes estados y sociedades continúan evolucionando, resaltó Ben Goossen, profesor en la Universidad George Mason en los EE.UU.

Este docente, nacido menonita dijo que “hoy en día, América Latina sigue siendo un lugar de gran importancia y atracción para este movimiento con diferentes orígenes y prácticas religiosas”.