El costarricense Fabricio Alvarado, diputado del Partido Nueva República, ha sido elegido presidente de la “Unión Iberoamericana de Parlamentarios Cristianos” en la Ciudad de Guatemala durante el encuentro anual del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia.

Alvarado fue propuesto este pasado viernes para el cargo por parlamentarios de diferentes países de todo el continente a “raíz de su desempeño en las elecciones presidenciales tanto en 2018 como en la primera ronda del 2022”, así como “el prestigio y reconocimiento que ha conseguido también fuera de nuestras fronteras al ser un fuerte defensor de los temas que reúnen a millones de personas en todo el continente” explica una nota de prensa de su equipo.

En la Secretaría Técnica lo acompañará Nadia Márquez, Concejal de la Ciudad de Neuquén, Argentina; contando además con la colaboración y respaldo de un gran número de parlamentarios cristianos de los diferentes países de Latinoamérica.

Entre otros muchos, Milagros Aguayo, senadora en Perú; la Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Guatemala, Shirley Rivera; el viceministro de Medio Ambiente de Uruguay Gerardo Amarilla; el congresista colombiano John Milton Rodríguez; el embajador de Guatemala en la ONU Luis Lam; Álvaro Dastugue (Uruguay); Walter Ghione (Argentina).

Declaraciones de Fabricio Alvarado

Alvarado ha realizado tras su nombramiento unas declaraciones públicas en su muro de Facebook, expresando que “Con este puesto viene un enorme compromiso para continuar trabajando en la defensa de temas que son fundamentales para nosotros, el derecho a la vida, principios y valores innegociables, libertad religiosa que protege no solo a quienes tenemos y manifestamos nuestra fe sino a aquellos que no tienen una, y la objeción de conciencia, derecho humano fundamental reconocido así por las autoridades de todos los países incluido Costa Rica”.

“Trabajaremos con legisladores de todo el continente para hacer causa común en estos temas, pero también en la elaboración de propuestas para el desarrollo económico y social de nuestras naciones”; concluye Alvarado.