Este 20 de julio se celebró la independencia de Colombia, ocurrida hace 211 años. El país, que es el cuarto más grande de América del Sur, tiene importantes recursos naturales y la cultura refleja su origen indígena, español y africano del pueblo.

También cuenta con una sociedad muy estable y familias tradicionalmente adineradas de ascendencia española. Pero, aun así, muchos cristianos en Colombia viven una realidad hostil.

Persecución de cristianos en Colombia

Colombia ocupa el puesto 30 en la Lista Mundial de Persecución 2021 de la organización humanitaria Puertas Abiertas que analiza la persecución a los cristianos alrededor del mundo.

En el país latinoamericano, muchos seguidores de Jesús son amenazados, acosados, extorsionados e incluso asesinados como resultado de la violencia cometida por la guerrilla y otros grupos criminales, especialmente en las zonas más remotas del país. Esta situación fomenta la autocensura, haciendo que muchos cristianos no compartan su fe por miedo y la vivan en secreto.

En zonas rurales está prohibida toda práctica que no sea la costumbre tribal tradicional. También es común que los cristianos sean monitoreados, amenazados, presionados, excluidos de las actividades comunitarias, castigados a través del matrimonio forzado (especialmente para las mujeres) y prohibidos de hacer negocios con otros miembros de la comunidad.

En áreas de actividad de redes criminales, como los grupos que abusan del poder y la autoridad, monitorean y persiguen a los cristianos, y secuestran a cualquiera que represente una amenaza para ellos.

Historia de Persecución

En abril, comenzó una huelga en el país que no terminó hasta el 15 de junio. Sin embargo, varios grupos se han declarado en contra de la medida poniendo fin a la huelga. Continuaron con las manifestaciones, provocando disturbios y actos vandálicos que terminaron en violencia. Como forma de protesta, muchas iglesias fueron atacadas.

Neiva, la capital del departamento del Huila, es una de las ciudades que aún experimenta violencia debido a la huelga. El 23 de junio, los manifestantes se enfrentaron con la fuerza pública de la nación y lanzaron cócteles molotov en el templo de la Iglesia Cristiana Filadelfia.

Además, en los últimos meses las iglesias de Buenaventura, la principal ciudad portuaria de Colombia, se han visto afectadas por amenazas y abusos de diferentes grupos armados ilegales que operan en la zona. Los líderes de la iglesia y los voluntarios continuaron su misión pastoral a pesar de la violencia causada por la presencia de carteles de drogas rivales y otras organizaciones criminales.

Los tiroteos entre grupos ilegales y fuerzas gubernamentales llamadas a controlar la violencia son comunes en la región. Una mujer cristiana que salía de una reunión de oración y ayuno en la iglesia en el momento del tiroteo logró esquivar un disparo que se le venía encima.  La bala atravesó su cartera y su Biblia, haciendo un agujero en las páginas del libro sagrado.