Miembros de la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones de la provincia de San Juan, Argentina, acogieron la medida cautelar de un hombre que intenta impedir que la mujer con la que está casado aborte a su hijo.

El 22 de abril un hombre, identificado como Franco, explicó a radio AM 1020 de San Juan que presentó una medida cautelar en el juzgado de Familia de la provincia para evitar el aborto.

Con la madre aún mantiene el vínculo matrimonial, aunque en la práctica están separados. El hombre dijo que la mujer, al enterarse que tenía doce semanas de gestación, quiso abortar, lo que habría motivado que se terminara la relación entre ambos.

El 26 de abril, la jueza Rosa Días rechazó la medida cautelar para evitar el aborto ya que, según ella, las pruebas presentadas por el demandante no acreditaban la voluntad de la mujer de practicarse un aborto y tampoco se acreditó la “autenticidad de la comunicación” sostenida entre ambos cónyuges.

Entre otros argumentos, Días estimó que el caso resulta “totalmente infundado” ya que priva a la mujer de la “posibilidad de ejercer su derecho” a abortar de acuerdo con la ley vigente.

Un rayo de esperanza

Sin embargo, la tarde del pasado 1 de mayo los jueces Juan Carlos Noguera, Juan Carlos Pérez y Sergio Rodríguez de la Sala Tercera de la Cámara Civil de San Juan acogieron el recurso de apelación presentado por Franco a través de sus abogados Mónica Lobos y Martin Zuleta.

De esa manera, se revocó la resolución dictada por la jueza Días y se ordenó como medida cautelar que la mujer “se abstenga de realizar cualquier práctica abortiva” hasta que “la cuestión de fondo sea resuelta”.

Los jueces arguyeron que el “reclamante” y la “gestante” están unidos en matrimonio desde el 2018 y que debido a la institucionalidad del matrimonio “los esposos se comprometen a desarrollar un proyecto de vida en común”.

Los abogados Lobos y Zuleta deben ahora presentar un proceso urgente para continuar protegiendo la vida del niño en gestación.

En declaraciones a Diario de Cuyo, Lobos expresó su satisfacción porque la justicia “reconoció la responsabilidad parental y los derechos del niño por nacer”.

“Estamos felices, hemos logrado preservar la vida del bebé y los derechos del padre”, aun así “queda un largo camino por recorrer”, agregó.