Objetivo: aislar a los ‘millenials’ de las generaciones precedentes
Está en marcha una operación quirúrgica de ingeniería social, promovida y ejecutada globalmente.
30 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 09:00

En un artículo en esta misma revista, mi amigo Carlos Alonso Lucio denuncia que se está fraguando una arremetida global en contra del concepto moderno de democracia, que consistirá en ¨ proponer reformas políticas contra el voto universal y contra la soberanía popular, por cuenta de su marcada ideología antidemocrática.¨(lee la columna de Carlos Alonso AQUÍ)
Quiero ir aún más lejos en esta tesis y proponer que lo que se trama no es simplemente desarticular la democracia sino aislar a los millennials de las generaciones precedentes: una operación quirúrgica de ingeniería social, promovida y ejecutada globalmente.
Apoyaré mi tesis en el repaso de 5 hitos históricos que todos hemos presenciado, pero que no habíamos conectado como etapas de una misma estrategia:
HITO 1: Generalizar la medicación psiquiátrica en los niños:
Aunque las cifras médicas indican que solo entre el 2% y el 5% de los niños pueden presentar el famoso Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el uso de medicamentos como el Ritalín en los niños ha aumentado de manera exponencial desde el año 2.000, llegando a presentarse casos como Chile, donde se reporta que el 10% de los niños entre 9 y 14 años toma este psicoestimulante calificado por la Administración de Control de Drogas de los EEUU como un narcótico de Clase II junto a la cocaína, la morfina y la anfetamina.
Las comunidades médica y educativa se han dedicado durante los últimos años a inducir a los padres para que, en lugar de formar el carácter de sus hijos a través de la disciplina, tomen el camino cómodo de la medicación. Esta salida ha creado una generación más frágil frente a la frustración y la ansiedad y por supuesto, aún más dependiente de la industria farmacéutica.
Este primer hito debilita el rol paterno de disciplinar y proteger (ambas son codependientes). La compulsión se satisface con medicamentos. La realidad se altera no enfrentándola sino alterando la bioquímica de la mente.
Los jóvenes que se iniciaron con el Ritalin en sus años escolares hoy mejoran su rendimiento académico usando Adderall o cualquier otro medicamento del sinnúmero de marcas que, irónicamente son producidas legalmente, pero al mismo tiempo ya ocupan el 3 lugar en el mercado negro.
Nuestra complicidad como iglesia evangélica es que tal vez por ignorancia o por indiferencia, permitimos que todo esto pasara sin denunciar, sin interceder, sin clamar.
HITO 2: Virtualizar las relaciones y las aspiraciones
Hoy damos por hecho lo que antes de 2007 era futurología: la vida fuera de la red va a ser imposible.
Desde el surgimiento de la Web. 2.0 (o web social como se le llamó entonces) y el smartphone como su catalizador definitivo, hemos recibido de los académicos y los medios una verdadera avalancha de reprogramación que etiqueta a los seres humanos en función de su relación con la vida digital.
Nosotros (los viejos) somos llamados ¨inmigrantes digitales¨ mientras que los niños y jóvenes son ¨nativos digitales¨. Esta cosmovisión presenta un mundo donde ¨ellos¨ (los que usaron la red desde siempre) son los dueños de la tierra, mientras que ¨nosotros¨ (los que conocimos la red siendo ya adultos) somos advenedizos.
Parece el argumento de un episodio de Black Mirror pero es nuestra realidad hoy.
Parece el argumento de un episodio de Black Mirror pero es nuestra realidad hoy.
Esta narrativa que se ha inculcado profundamente en la conciencia colectiva posmoderna les ofrece a los jóvenes un mundo ideal despoblado de viejos. Un ¨país de nunca-jamás¨ donde ellos gobiernan y son exaltados como autores de su propio destino.
Las redes sociales se desprestigian cuando los viejos las usamos. Los jóvenes empezaron a abandonar Facebook cuando vieron a sus padres posteando. Mis hijos se quejaban hace poco de que empezaba a haber demasiados adultos en Instagram.
Los nuevos famosos y millonarios, que son adolescentes con millones de seguidores en sus canales, ofrecen un camino alternativo a las carreras del mundo tradicional. No es necesario estudiar producción audiovisual ni comunicación social para ser el ídolo de millones.
Tal como en el argumento de Ernest Cline en su novela ¨Ready Player One¨, la vida virtual es mil veces mejor que la vida real. Ahí puedes ser lo que quieras. Hacer lo que quieras. No debes rendirle cuentas a nadie.
Todo en la vida 2.0 está pensado para alentar la ilusión juvenil de que ellos pueden ser independientes de las generaciones anteriores. No nos necesitan. Ellos tienen una versión del mundo mucho mejor de la que nosotros les queremos entregar.
Como iglesia evangélica fuimos cómplices, pues en lugar de exhortar a la reunión física connotada en el griego episunagogué (usado en Hebreos 10:25) nos volcamos en desarrollar el cómodo sustituto de los cultos virtuales. Al fin de cuentas, si la gente puede ofrendar y diezmar por Internet, no hace falta que estén presencialmente en las reuniones de adoración.
HITO 3: Erigir las causas 2.0 como nuevo sistema de principios y valores
Con una cosmovisión forjada desde los sistemas cerrados de la web social, los jóvenes constituyen una audiencia cautiva para que se les exponga de manera reiterada con las grandes causas de este tiempo.
Las fieras luchas que se dan en contra del calentamiento global, a favor del matrimonio homosexual o del aborto no son fenómenos aislados. Son causas virales, propias de la web 2.0.
Su repetición en loop termina por saturar el panorama ideológico hasta un punto en el que a su lado cualquier otra prioridad social parece insignificante.
Las causas 2.0 no son nuevas. De hecho algunas de ellas llevan décadas, y sin embargo, tal como nos lo advirtió el filósofo canadiense McLuhan ante el hecho de que ¨el medio es el mensaje¨, estas viejas posiciones ideológicas viralizadas en la web lucen ahora como si fueran ¨nativas digitales¨, acabadas de llegar.
El problema mayor no radica en las causas como tales, ni que los jóvenes las abracen con entusiasmo (para eso son jóvenes). Lo grave está en el poder que éstas tienen para acaparar de manera omnímoda la escala de valores, hasta el punto en que nada más importe.
El conocimiento adquirido con la experiencia, que una generación quiere transmitir a la próxima, está encontrando hoy una barrera infranqueable al no hacer parte del catálogo de causas 2.0. Esto incluye el sistema de principios y valores.
Y nosotros, en vez de centrarnos en predicar La Palabra con denuedo y dependencia absoluta del Espíritu Santo, tomamos direcciones erráticas que fueron desde la banalización saducea del evangelio hasta la radicalización farisea que polariza odios.
Como iglesia evangélica fuimos cómplices porque no supimos estar a la altura de nuestro tiempo, predicando la verdad Bíblica en el pleno espíritu de amor, humildad y compasión. Debimos ser como Jesús ante la mujer samaritana.
HITO 4: Enseñarnos a menospreciar a los millennials
Todos conocemos la diatriba contra la juventud que se atribuye a Sócrates. La verdad es que cada era ha tenido sus propios choques generacionales y que no es sabio andar diciendo ¨todo tiempo pasado fue mejor¨ (Eclesiastés 7:10)
Los jóvenes de hoy no son ni mejores ni peores de lo que fuimos las generaciones anteriores cuando tuvimos su misma edad.
Sin embargo, pocas generaciones han sido tan duramente criticadas y menospreciadas como los millennials.
Basta un breve recorrido por Youtube para encontrar decenas de vídeos que tratan de exponer las causas por las cuales esta generación nacida entre 1980 y 1999 es la peor que ha nacido en la historia de la humanidad. Se les acusa de todo y no se les reconoce prácticamente ninguna virtud.
Esta actitud de menosprecio generalizado ha servido para ensanchar la brecha y evitar que se creen puentes de comprensión intergeneracionales.
Como iglesia evangélica fuimos cómplices porque también nos unimos al coro que condenaba a la juventud desde una arrogante superioridad espiritual. Los dejamos solos y a merced del león rugiente.
HITO 5: Desprestigiar la democracia.
La democracia no es un sistema de gobierno bíblico. Tampoco lo es la monarquía -como muchos neo monarcas andan predicando por ahí-. La verdad es que a Dios no le agradó para nada que su pueblo pidiera un sistema gubernamental similar al de las otras naciones.
Dios quería ser el Rey de su pueblo, y ese deseo sigue aún vigente. No obstante, en el mundo caído hemos seleccionado a la democracia como el menos perjudicial de los sistemas humanos de gobierno, pues tiene la cualidad de balancear el ejercicio del poder, minimizando así las posibilidades de su abuso.
Dado que el equilibrio de un gobierno plural y democrático no es el entorno ideal para una tiranía, nuestra historia llega al 5 hito, el cual advierte Carlos Alonso: La democracia empieza a parecer un enemigo.
Nuestros jóvenes, aterrados, se hacen hoy en día preguntas como estas:
- ¨Cómo es posible que un bufón racista y de lenguaje brutal como el multimillonario Donald Trump llegue a ocupar la posición más poderosa del mundo? ¨
- ¨Cómo es posible que Colombia, un pueblo herido por la guerra durante 50 años, salga a manifestarse en contra de los acuerdos de paz? ¨
- ¨Cómo es posible que un país mayoritariamente afro como Brasil escoja a un presidente que desprecia a la comunidad negra? ¨
Preguntas como las anteriores dejan una sola respuesta absolutamente reduccionista: las mayorías son un peligro…. Y todo sistema político que legitime la posición mayoritaria será una amenaza para el esquema de principios y valores que las juventudes han abrazado.
Nuestra complicidad radicó en desoír la voluntad de Dios expresada a través del apóstol Pablo a Timoteo cuando dijo: ¨ninguno que milita se enreda en los negocios de este mundo¨ (2 Timoteo 2:24). En lugar de eso, nos dejamos enredar por los astutos lobos de la política, quienes, ni cortos ni perezosos nos desprestigiaron, usándonos como a idiotas útiles para sus fines terrenales y su afán de poder.
La politización de los púlpitos degrada la santidad de la iglesia local y reduce al siervo de Dios a un papel utilitarista. Qué lejos estamos del carácter de Pablo y Bernabé, siendo apedreados en Listra por no haber permitido que la multitud los adorara.
CONCLUSIÓN
Tenemos pues, que la generación que se apresta a liderar en todos los campos de la humanidad es una que ha ido siendo separada de sus mayores en un proceso gradual. Poco a poco. De hito en hito.
Primero los llevamos a depender de la farmacopea para el manejo de todas sus ansiedades. Luego, les enseñamos a sentirse mejor en los entornos virtuales, de donde también decantan sus prioridades morales. Finalmente, creamos un entorno que los hizo sentir profundamente rechazados por sus mayores como una élite incomprendida y por lo tanto, amenazada por el sistema predominante de principios y valores en que se funda la democracia.
Estos 5 lugares altos (hitos) han sido como montes de un camino que, frente a nuestros propios ojos y con nuestra complicidad, han llevado a la juventud mundial a un lugar apartado del redil.
El joven Jeremías lo entendió en visiones: ¨Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres¨ Jeremías 50: 6-7
Cuando caemos en cuenta de esta situación y de nuestra responsabilidad por acción u omisión, no nos queda más que arrepentirnos y volvernos de nuestros malos caminos. Reconocer que al igual que a Simón, el diablo nos ha pedido para zarandearnos. Pero que al igual que a Pedro, nuestro Señor puede orar para que la fe no nos falte y para que al volver, podamos afirmar a nuestros hermanos, con la mansedumbre de un carnero: ¨Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los carneros que van delante del rebaño.¨ Jeremías 50:8
Hay que huir de los sistemas de este mundo, no por temor, sino por el sumo gozo de presenciar la grandeza de la gloria de Dios, manifestándose en los días postreros.
Porque el terreno está ya preparado para una propuesta innovadora a nivel medioambiental, social y cultural.
El mundo está listo para el arribo de un líder, revestido de poderes plenipotenciarios para imponer sin miramientos el nuevo credo.
Un líder que traerá paz y concordia a todos los pueblos, a todas las religiones, a todos los géneros.
Un líder de unidad y convergencias, que será implacable contra todos los fundamentalistas e intolerantes. Principalmente contra aquellos que llevemos el mensaje más radical que se ha proclamado jamás: ¨Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por mi¨
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Futurología bíblica - Objetivo: aislar a los ‘millenials’ de las generaciones precedentes