¿Habla la Biblia de extraterrestres?

Hay vida fuera de este planeta. Hay inteligencia. Hay civilización. Hay ejércitos que pelean y también una ciudad, un trono y un reino, sin lugar a dudas.

23 DE SEPTIEMBRE DE 2019 · 08:00

Kevin Quezada / Unsplash,cielo, telescopio
Kevin Quezada / Unsplash

Anuncia la Agencia Espacial Europea que hay agua líquida en Marte. La prensa añade: ¨…con lo cual es casi seguro que exista la vida¨.

Contrastando con la discreción del paper publicado por Sebastian Emanuel Lauro y sus colegas de la Agencia Espacial Italiana, la imaginación febril de los comentaristas empieza a recrear las escenas mil veces vistas en el cine, de aquel momento sumo en que la humanidad se encuentra con extraterrestres que le superan en inteligencia y desarrollo tecnológico (lee el abstract del paper aquí)

En el catálogo alienígena hay de todo tipo de civilizaciones:

  • Las hay buenas, dotadas de un aura angelical. Aquellas que -como en el delirio de Mr. Burns- vienen diciendo ¨les traigo paz, les traigo amor¨.
  • Las hay malvadas. Fríos cazadores como el de la saga ¨Predator¨, pronta a estrenar su secuela.
  • Las hay casi incomprensibles, como los que se comunican usando círculos de tinta en polvo, magistralmente recreados en la película Arrival.
  • La TV ha puesto su cuota en este imaginario y ha propuesto desde alienígenas totalmente humanos, como el memorable Mork que interpretaba Robin Williams, hasta el muñeco de peluche Alf.

Mucho material se ha producido sobre los encuentros cercanos con extraterrestres que visitan la Tierra.

El tema tiene tanta taquilla que un amigo director de cine, fue contratado por la televisión francesa para recopilar durante todo un año los testimonios de encuentros con extraterrestres que hubiera en cualquier lugar de la geografía colombiana.

Después de una ardua labor y cientos de entrevistas con supuestos testigos, mi amigo no pudo documentar un solo caso verdadero. Los que no eran vulgares estafas, eran simples travesuras o incluso delirios producidos por el desequilibrio mental.

Lo mismo le ocurrió después de toda una vida de estudio al ufólogo español JJ Benítez, quien terminó confesando que no había podido encontrar ni un solo caso comprobable de este tipo de encuentros.

Por eso ahora la búsqueda se ha dirigido hacia el espacio, a través de radiotelescopios y sondas espaciales que buscan detectar señales de radio.

Porque diciendo la verdad, no es la posibilidad de encontrar vida lo que nos emociona. Nadie anda buscando bacterias. Lo que queremos es encontrar inteligencia y por tanto, los proyectos SETI se enfocan en detectar ¨tecno marcadores¨. Cosas creadas por civilizaciones presentes o pasadas en el universo. Queremos encontrar ciudades, o cuando menos las ruinas de ciudades.

¿Cuál es la causa de que la humanidad invierta monumentales recursos intelectuales y económicos en esta exploración?

Tengo una tesis, pero la comentaré más adelante. Primero quiero formular la pregunta que más nos atañe como cristianos:

¿Qué debe pensar La Iglesia de todo esto?

La tradición evangélica latinoamericana ha preferido negar cualquier tipo de vida extraterrestre. El miembro promedio de una congregación de nuestro países simplemente agita la cabeza indulgente y dice: ¨Dios solo creó vida en este planeta. Todo lo demás son manifestaciones demoníacas¨.

Antes de analizar si esta posición es bíblica, estudiemos qué dice la ciencia.

Hace casi 5 años, la Academia Nacional de Ciencia de los Estados Unidos publicó un cálculo probabilístico según el cual, el universo puede tener una cantidad de estrellas equivalente a 10.000 de ellas por cada grano de arena que hay en la superficie terrestre (puede mirar el paper de la PNAS aquí)

Según la matemática de la PNAS, en nuestra galaxia existen unos 100.000 planetas donde hoy existe o ha existido vida inteligente.

100.000 es un número interesante si pensamos en un vecindario galáctico. Sería interesante que la PNAS calculara cuál es la probabilidad de que 100.000 civilizaciones vecinas coexistan sin tener la más mínima señal de vida unas de otras. Matemáticamente es casi cero.

A este dilema se le ha llamado la paradoja de Fermi, en honor al Nobel de física italiano Federico Fermi quién, refiriéndose a las civilizaciones extraterrestres se preguntó: ¨si existen tantas civilizaciones ahí afuera… dónde están todos?¨ Será que nos ignoran? Será que se esconden de nosotros por temor a nuestra maldad?

Debido a que ¨casi cero¨ no equivale a cero, las esperanzas de encontrar a nuestros vecinos galácticos no desaparece. Queremos hallarlos para conocer sus pensamientos y decirles nuestro nombre.

Por eso la búsqueda de inteligencia extraterrestre es uno de los mayores proyectos científicos de la humanidad.

Según Wikipedia “Hay más de 5 millones de usuarios en más de 200 países que están participando en este programa, y han contribuido con 19.000 millones de horas computadora. El 4 de diciembre de 2006, el programa operaba a 310 TeraFLOPS, siendo así el segundo ordenador más potente del mundo. Hasta el momento la señal más prometedora analizada por SETI ha sido la SHGb02+14a, la cual se origina en la constelación de Piscis y Aries a 1000 años luz de la tierra”

Imposible leer sobre este esfuerzo monumental sin recordar el capítulo 11 de Génesis, donde se nos narra sobre un gran proyecto científico y tecnológico de la humanidad, encaminado a alcanzar el cielo.

No era la torre en si lo que estaba mal. Lo malo era el motivo de los corazones de aquellos hombres, los cuales buscaban hacerse un nombre para si mismos, lejos de la voluntad de Dios.

La Biblia nunca niega que exista la vida fuera de la Tierra. Por el contrario, afirma sin vacilaciones que Dios se llevó a Enoc en su cuerpo terrenal, para que viviera junto a El, en su lugar sagrado.

También narra la escritura cómo un vehículo encendido se llevó en medio de un gran torbellino al profeta Elías, también en su cuerpo natural y cómo Miguel arrebató el cuerpo de Moisés para que no viera corrupción.

En algún sitio están Enoc, Elías y Moisés. En algún plano de este universo está nuestro Señor Jesús, El Cristo, quien en vez de desmaterializarse eligió perderse simplemente en medio de las nubes naturales, dejando tras de si la promesa de que en medio de aquellas nubes también regresaría.

Reinará Jesús desde la Tierra y sobre aquellos 10.000 soles que hay por cada grano de arena del mar. Restaurará Cristo Su creación y luego, simplemente la hará nueva.

Hay vida fuera de este planeta. Hay inteligencia. Hay civilización. Hay ejércitos que pelean y también hay una ciudad. Hay un trono y hay un reino, sin lugar a dudas.

Pero no es esa vida la que busca la humanidad ardientemente. No es ese Reino. No esa civilización.

Por eso El, en los días de su carne, nos miraba y decía que los hombres somos como guías ciegos, que invertimos millones colando el mosquito perdido en las aguas de Marte pero tragamos el camello al ignorar la vida de verdad.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Futurología bíblica - ¿Habla la Biblia de extraterrestres?