El dador de los dones

No caigamos en la trampa: destruye iglesias.

    17 DE SEPTIEMBRE DE 2020 · 08:00

    Christopher Campbell, Unsplash,joven rodeado de luces
    Christopher Campbell, Unsplash

    Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,

    y dio dones a los hombres (Efesios 4:8).

    Efesios 4:11 enumera algunos de los dones dados a la Iglesia para su funcionamiento, gobierno y crecimiento.

    ¿De dónde le vienen a la Iglesia estos dones?

    La pregunta puede parecer innecesaria. Pero es fundamental, teniendo en cuenta que vivimos tiempos de secularismo. Se quiere suplantar a Dios en la sociedad y hasta en el seno de las congregaciones cristianas.

    • El predicador no recibe su don de la Iglesia porque los miembros le animen a dedicarse a la predicación del Evangelio.
    • El anciano no recibe el don porque sea una persona influyente en la congregación.
    • El predicador no recibe el don de la Escuela de Predicadores o de la Universidad.
    • Los profetas recibieron el don de profecía directamente de Dios.
    • Los apóstoles fueron elegidos personalmente por el Maestro.

    Los dones a la Iglesia, según este pasaje, proceden directamente de Cristo.

    Los versículos 7 al 10 de este capítulo 4 lo expresan claramente. “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (4:7).

    La palabra “gracia” se interpreta como una referencia a los dones que Cristo imparte.

    Estos dones son dados “a cada uno de nosotros”, a cada miembro de la Iglesia, puesto que la Iglesia es un organismo vivo.

    La distribución de los dones no es prerrogativa de la Iglesia, sino del Señor de la Iglesia: “Conforme a la medida del don de Cristo”.

    Cuando el joven termina la enseñanza media y se dispone a entrar en la Universidad, los padres le preguntan: “¿Qué quieres estudiar?”.

    Dios no pregunta qué dones queremos poseer. Él es soberano y decide basado en su soberanía: “Todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como quiere” (1 Corintios 12:11).

    Todo esto es doctrina. Durante mis muchos años de vida cristiana he conocido iglesias de varias denominaciones que han sido destruidas por supuestos líderes que se han servido de ellas sin haber sido llamados por el Señor, sin haber recibido don alguno de Cristo.

    No caigamos en la trampa.

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