Cinco pandilleros enemigos son bautizados juntos en prisión de Texas

Cinco enemigos jurados pertenecientes a diferentes pandillas arriesgaron sus vidas para bautizarse juntos en una prisión de Texas recientemente.

Los miembros de las facciones rivales recluidos en la prisión de Coffield hicieron declaraciones públicas de fe solo seis meses después de que una mega iglesia de Dallas abrió un campus dentro de las paredes del penal.

“Ayer, en nuestro campus de Coffield, pudimos hacer algo que ninguna iglesia ha podido hacer en la historia de esta prisión”, dijo en un video de Facebook, Niles Holsinger, pastor del campus de la iglesia Gateway en la prisión de Coffield. “Bautizar en agua hombres de lo que se llama segregación administrativa, una sección de la prisión que tiene a los delincuentes más violentos, a los internos más violentos de toda la prisión”.

Más de 4.000 presos extremadamente peligrosos están alojados en Coffield, con una proporción de ellos que pasan 23 horas al día confinados en sus celdas. “Estos tipos no pueden estar cerca de otras personas”, explicó Holsinger. “No pueden estar cerca de amigos, no pueden estar cerca de la familia”.

Pero el domingo, fue un ambiente muy diferente al habitual. En lugar de violencia y odio, hubo alegría y libertad en Coffield, cuando un grupo de estos criminales fueron bautizaron.

“Cinco hombres fueron escoltados al gimnasio, cada uno atado de pies y manos, y escoltados por un guardia que no les quitaba las manos de encima hasta que fueron colocados, recogidos y puestos en el tanque de bautismo de agua”, explicó Holsinger.

“Todos estos hombres son miembros activos de pandillas. Y no solo estaban tomando la decisión de ser bautizados y entregar sus vidas a Cristo, sino que sabían que esta decisión significaba, para algunos de ellos, una muerte segura. Pasaron por delante de hombres que, cuando regresaban, empapados, empapados de agua por la decisión, los iban a marcar para morir”.

En el camino a la piscina, Holsinger dijo que “los guardias tenían que separarlos a ambos lados para que no pudieran acercarse en caso de que estallara la violencia”.

Sin embargo, después de salir del agua, el ambiente cambió de hostil a lleno de espíritu.

Pese a ser de bandas enfrentadas, Holsinger dijo que el grupo de hombres “profesaban al mismo Señor y se bautizaban en la misma agua y salían juntos en fila, los guardias ya no se aferraban a sus brazos porque Dios había hecho algo en sus vidas”.

Este deseo de renovación espiritual era evidente entre los reclusos que habían elegido seguir a Jesús.

“Lo he intentado a mi manera durante toda mi vida y eso me trajo aquí”, le explicó uno de los prisioneros al pastor del campus. “Quiero intentarlo a la manera de Dios... vamos a salir del agua como hombres nuevos”.

Los 14 reclusos restantes que aún se encuentran confinados a la soledad esperan ser bautizados en julio, según la iglesia. Además, Gateway planea abrir otros seis campus penitenciarios en el estado de Texas, todos a principios de 2020.