Trump se alegra de que Dios y la Biblia regresen a las escuelas de EEUU

Legisladores en varios estados están promoviendo leyes destinadas a que las escuelas públicas ofrezcan clases de alfabetización bíblica y el presidente Donald Trump se montró satisfecho por la iniciativa.

Luego de una discusión sobre el tema en el programa de televisión "Fox y sus amigos" el lunes, el presidente escribió en su Twitter: "Numerosos estados están incluyendo clases de alfabetización bíblica, dando a los estudiantes la opción de estudiar la Biblia. ¿Comenzando a girar de regreso? ¡Genial!"

Numerous states introducing Bible Literacy classes, giving students the option of studying the Bible. Starting to make a turn back? Great!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de enero de 2019

Hasta ahora, las propuestas legislativas en al menos seis estados (Florida, Indiana, Missouri, Dakota del Norte, Virginia y Virginia Occidental) animarían a las escuelas a ofrecer clases electivas sobre la Biblia y su importancia histórica.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles señala que el año pasado también fueron considerados varios proyectos de ley de alfabetización bíblica en Alabama, Iowa y Virginia Occidental. Sin embargo no fueron aprobados.

"La Biblia es una parte integral de nuestra sociedad y merece un lugar en el aula", dijo el congresista Aaron McWilliams, del estado de Dakota del Norte, quien es uno de los patrocinadores de un proyecto de ley que requeriría que las escuelas secundarias públicas del estado ofrezcan dichos cursos.

Este impulso a la alfabetización bíblica se debe al Proyecto Blitz de la Fundación del Comité de Oración del Congreso, una iniciativa basada en la fe y coordinada por varios grupos cristianos. El objetivo de la iniciativa es "proteger el libre ejercicio de los valores y creencias religiosas judeo-cristianas tradicionales en público, y definir adecuadamente la narrativa que apoya tales creencias".

Sin embargo, no todos son entusiastas de esta campaña legislativa para la alfabetización bíblica, y los críticos dicen que tales proyectos de ley violan la llamada separación de la Iglesia y el estado.