Miembros de una megaiglesia evangélica de Arizona están llevando por primera vez a sus hogares a quienes llegan al país desde América Central en busca de asilo, respondiendo así al gran aumento de familias migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México. Ese flujo podría disminuir si el Gobierno del presidente Donald Trump tiene éxito en su plan de hacer que los solicitantes de asilo deban esperar en México mientras se procesan sus solicitudes.

La Iglesia Central Cristiana, predominantemente blanca, es una "mega iglesia" del área de Phoenix cuyos líderes y familias de la Iglesia Central -parte de un grupo de alrededor de 10 iglesias- han recibido hasta 500 inmigrantes en Phoenix.

Las autoridades fronterizas de EEUU han permitido a estos inmigrantes, en su mayoría familias, que avancen en sus casos de inmigración en los tribunales.

"Es la primera vez que nos relacionamos con solicitantes de asilo", dijo Matt Nutter, miembro de la Iglesia Central. "Es un tema de humanidad, vemos esto más allá de la política".

Las familias que acogen inmigrantes de la Iglesia Central no han querido comentar sobre sus opiniones o afiliaciones políticas, pero sí explican que se trata de una congregación políticamente diversa.

Las encuestas muestran que la mayoría de los evangélicos blancos de Estados Unidos respaldan a Trump y sus políticas de inmigración, pero sin embargo sus iglesias a menudo apoyan a los refugiados e inmigrantes, dijo Ed Stetzer, decano de la escuela evangélica Wheaton College de Illinois.

"Es fácil ponerse en su lugar si convives con ellos"

Stephanie y Peter Apostol, matrimonio miembro de la Iglesia Central, dijeron que dejaron de lado la política y las etiquetas que se les pone a los inmigrantes y en los últimos dos meses dieron cobijo a seis familias -que incluye desde una madre y un bebé mexicanos hasta un padre y un hijo adolescente guatemaltecos- a los que alojaron por hasta tres noches.

Su hijo de 9 años cede su dormitorio si reciben a dos familias a la vez, para dejarles espacio. Un vecino los ayuda con el idioma, ya que ellos solamente hablan un puñado de palabras en español.

Esta pareja, que ha sido elogiada y criticada en las redes sociales por dar refugio a los inmigrantes, dice que su fe los obligó a mostrar compasión por este grupo "vulnerable".

"Son personas maravillosas, no son criminales", dijo Stephanie Apostol, de 48 años, quien ha regalado las valijas de su familia para ayudar a los solicitantes de asilo a viajar después de quedarse en su casa en un suburbio de Phoenix.

"Es muy fácil ponerse en su lugar cuando estás con ellos en tu casa", dijo Peter Apostol, analista de investigación de mercado. "¿Qué haríamos si enfrentáramos el hambre y la violencia y temiéramos por la seguridad de nuestros hijos?".