EEUU | Chick-fil-A se pasó al ‘lado oscuro de la fuerza’ LGBTI
Un proceso que inició en 2019, tras años de presión del lobby LGBT, cuando dejó de financiar el Ejército de Salvación y la Fraternidad de Atletas Cristianos.
The Christian Post · 16 DE JUNIO DE 2023 · 08:00
Chick-fil-A ya no es un referente de los valores cristianos en la América corporativa, valores en los que sustentó su empresa. No solo eso, es una entidad de apoyo total a la ideología de género. Su último paso ha sido que a principios de este mes nombró a un vicepresidente de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), Erick McReynolds.
Los principios de DEI para Chick-fil-A son comprometerse a ser "Mejor Juntos” y fomentar “el respeto mutuo, la comprensión y la dignidad en todos los lugares donde hacemos negocios”. Una teoría que en la práctica -como explicamos más abajo- es en la práctica un apoyo a la agenda globalista.
Y es que aunque a primera vista la actividad DEI no es negativa, supone un paso más del camino que se inició en 2019, después de años de presión de los grupos LGBT, cuando la empresa dejó de financiar el Ejército de Salvación y la Fraternidad de Atletas Cristianos. Chick-fil-A es una empresa familiar, no sujeta a los estándares que cotizan en bolsa; por lo que no pueden verse forzados por el lobby de la ideología de género.
Siempre su mayor base de consumidores ha sido la comunidad cristiana, ya que la empresa tiene profundas raíces cristianas. Su página web incluye referencias a Dios, expresando que el propósito de la compañía es “glorificar a Dios siendo un mayordomo fiel de todo lo que se nos ha confiado”.
Sin embargo, han cedido a la presión LGBTIQ+. Todo ha concluido en que Chick-fil-A ha elegido irse posicionando del lado del “mal moral” antes que de los valores de la comunidad cristiana en la que construyeron su fortuna.
Un proceso de concesiones y ataduras
En 2020, la Fundación Chick-fil-A anunció que su nuevo enfoque para las donaciones benéficas se centraría en "nutrir el potencial de cada niño" y donar a un número menor de organizaciones centradas en la educación, la falta de vivienda y el hambre.
Esto supuso que (como antes se mencinó) que dejasen de financiar el Ejército de Salvación y la Fraternidad de Atletas Cristianos. Pero la realidad es que (como publicó The Federalist) Chick-fil-A desvió sus recursos a organizaciones como Covenant House, que organizó los cuentos de drag queen, y Southern Poverty Law Center, que acusa de forma irracional a os conservadores de ser supremacistas blancos y racistas.
Más tarde, en 2023, la Fundación Chick-fil-A financió una organización sin fines de lucro relativamente pequeña llamada Elevate USA. Elevate USA recibe más del 75 % de su financiación de más de un millón de dólares de Stand Together Foundation Inc., cuyos fondos provienen del National Philanthropic Trust y la Fundación Comunitaria de Silicon Valley (SVCF). El SVCF invierte millones de dólares en el California Black Freedom Fund para proporcionar intencionalmente fondos sin restricciones a organizaciones sin fines de lucro que abogan por cambios en las políticas públicas que “erradiquen el racismo sistémico e institucional”.
SVCF se convirtió en un depósito de fondos asesorados por donantes de ricos gigantes tecnológicos de Silicon Valley como Mark Zuckerberg, Gates y sus amigos, que financian el esfuerzo proaborto, presentan espectáculos de drag para niños y abogan por una legislación que permita que la transición sexual de los niños sin el consentimiento de los padres.
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