Nadie sueña con buscar trabajo tras la jubilación, pero a veces una pensión no es suficiente. Henry Shinn, de 61 años, de Virginia Occidental en Estados Unidos, se encontró en esa situación el año pasado, cuando la pandemia de COVID-19 asoló el país.

Con nada más que un insólito diseño de producto gestándose en su mente, se dirigió a Crea Company, una organización basada en la fe que trabaja con creativos para dar vida a sus ideas.

En pocos meses, Crea Company le ayudó a formular un plan y a conseguir las máquinas y los materiales necesarios para lanzar su propia empresa llamada West Virginia Trail Chips. La empresa produce fichas de madera duraderas en forma de elegantes tarjetas se presentación. Ahora Shinn obtiene ingresos constantes de su negocio a tiempo parcial, trabaja desde casa y produce en el taller de Crea por una asequible cuota mensual.

Un futuro que inspira esperanza

El objetivo de Crea de ofrecer un “futuro que inspire esperanza” a los habitantes de Virginia Occidental es un ejemplo de cómo los cristianos se están ayudando mutuamente en tiempos económicos inestables y dificultades laborales.

El cofundador de Crea, Travis Lowe, quien también es pastor de la iglesia Crossroads en Bluefield, Virginia Occidental, vio aumentar el interés poco después de que se desatara la pandemia. Luego de iniciar Crea en 2019, su propósito cambió para satisfacer las necesidades de la comunidad a medida que la pandemia golpeaba.

La crisis laboral en EEUU

Las dificultades laborales no son nuevas en Virginia Occidental, el sexto estado más pobre del país con una tasa de pobreza del 16%. Pero las cosas se pusieron más difíciles en 2020, cuando los encierros demolieron las economías locales.

Sólo el año pasado, Estados Unidos perdió 9,37 millones de puestos de trabajo, la cifra más alta en 80 años. Y aunque la tasa de desempleo se sitúa actualmente en el 4,8%, muchos siguen buscando trabajos que les proporcionen el mismo salario que los puestos que perdieron antes de la pandemia. Según Pew, la gran mayoría de esas personas son pesimistas sobre sus perspectivas y no quieren conformarse con trabajos insatisfactorios y subordinados.

Ahí es donde las iglesias y ministerios como Crea pueden desempeñar un papel, y muchas personas esperan que sigan haciéndolo. Datos de la encuestadora Barna publicados recientemente revelan que 1 de cada 5 adultos estadounidenses quiere que la iglesia local se ocupe del “bienestar vocacional”.

Iglesias y ministerios al rescate

Las iglesias más grandes tienen capacidad para hacerlo de forma más amplia. En 2013, la iglesia Willow Creek Community Church, con sede en Chicago, puso en marcha el Centro de Atención Willow Creek, un programa desarrollado en respuesta a la enorme necesidad de los miembros de la iglesia. El Centro de Atención ha desempeñado un papel fundamental para los feligreses en 2020 y 2021.

Estados Unidos perdió 9,37 millones de puestos de trabajo en 2020.

“Estamos viendo casos inusualmente difíciles en este momento”, dijo Anne Rand, promotora de soluciones a largo plazo del centro. “Se trata de personas que llevan muchos años fuera de la fuerza laboral, por lo que no tienen las habilidades informáticas ni los conocimientos necesarios para desenvolverse en una búsqueda de empleo en el entorno tecnológico actual”.

La mayoría de las iglesias no cuentan con un programa tan completo como el de Willow Creek, pero muchas tienen bolsas de trabajo o se asocian con ministerios que se dedican a tareas laborales basadas en la fe.

Estas asociaciones son especialmente vitales en esta época de agitación social, dijo Andy Crouch, socio de Praxis Labs, una organización dedicada a los empresarios cristianos.

“Creo que el hecho de que las iglesias hayan encontrado formas creativas de guiar a la gente hacia el empleo es exactamente lo que deberíamos hacer”, dijo. “Cuando el sistema se quiebra, interviene la gente con capacidad redentora”.