La Iglesia Presbiteriana en América (PCA por sus siglas en inglés) ha votado para cambiar una regla en su documento de gobierno que impediría a las personas abiertamente homosexuales poder servir en su ministerio pastoral.

La resolución para cambiar la regla, “Overture 23”, fue aprobada por 1.400 votos a favor y 400 en contra durante la 48ª convención anual de la denominación en St. Louis, Missouri, la semana pasada.

La regla enmendada se enviará a los órganos de las iglesias locales para su valoración antes de la segunda y definitiva ronda de votación de la convención del próximo año, después de la cual el texto se incluirá oficialmente en el "Libro de orden de la iglesia" de la PCA.

Durante la convención anual, la PCA también respaldó a Lifeline Children's Services como su "ministerio preferido de adopción y cuidado de huérfanos" debido a su "compromiso con la santidad de la vida" y no a Bethany Christian Services, que recientemente anunció que ofrecería sus servicios a parejas homosexuales.

El respaldo de Lifeline se produjo tres meses después de que el grupo Bethany, con sede en Michigan, que es la agencia protestante de adopción y acogida más grande del país, anunciara que comenzaría a colocar niños con adultos que se identifiquen como LGBT.

La propuesta aprobada

El texto aprobado se refiere a no aceptar las prácticas homosexuales como éticamente correctas en la vida cristiana; así como señalar el estilo de vida homosexual o la defensa del mismo como incompatibles con el ministerio pastoral.

“Los cargos de la Iglesia Presbiteriana en Estados Unidos deben ser irreprochables en su andar y ser semejantes a Cristo en su carácter. Aquellos que profesan una identidad que socava o contradice su identidad como nuevas creaciones en Cristo (como, entre otros, 'cristiano gay', 'cristiano atraído por el mismo sexo', 'cristiano homosexual' o términos similares), ya sea por negar la pecaminosidad de los deseos caídos (como, entre otros, la atracción hacia el mismo sexo), o negar la realidad y la esperanza de la santificación progresiva, o no perseguir la victoria con el poder del Espíritu sobre sus tentaciones, inclinaciones y acciones pecaminosas no están calificados para un cargo ordenado ”, dice la regla enmendada.

La denominación también afirma en lo que se refiere a los candidatos pastorales. “El candidato debe dar un testimonio claro de confianza en su unión con Cristo y los beneficios de la misma por el Espíritu Santo, dependiendo de esta obra de gracia para vencer el pecado. … Aunque la imperfección permanecerá, no debe ser conocido por su reputación o estilo de vida de acuerdo con su pecaminosidad restante (por ejemplo, deseos homosexuales, etc.), sino más bien por la obra del Espíritu Santo en Cristo Jesús”.