El juicio contra el expolicía Derek Chauvin por la muerte del afroamericano George Floyd cautivó a los Estados Unidos, y su condena el martes dio lugar a un llamado a la oración y a la paz por parte de algunos líderes cristianos.

Un jurado de 12 miembros condenó a Chauvin por los tres cargos que se le imputaban luego de tres semanas de testimonios: asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.

Esto es lo que dijeron cinco destacados líderes cristianos tras la condena de Chauvin:

Franklin Graham

(Director General de la Asociación Evangelística Billy Graham y Samaritan's Purse)

“El veredicto ha llegado y Derek Chauvin ha sido declarado culpable de todos los cargos en la muerte de George Floyd", escribió Graham en Facebook. "Nuestro sistema legal ha funcionado y se ha hecho justicia. Espero que todo Estados Unidos y nuestras fuerzas de seguridad aprendan de esta tragedia y que nos convirtamos en una mejor nación”.

“Mi oración es que nuestro país se una. Espero que los cristianos den el ejemplo y marquen el camino. Jesús dijo a sus discípulos: ‘Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado’ (Juan 15:12). La vida de George Floyd importaba: toda vida importa para Dios”.

Marshal Ausberry

(Pastor de la Iglesia Bautista Antioquía en Fairfax Station, Virginia, y primer vicepresidente de la Convención Bautista del Sur)

“El jurado de este caso deliberó y emitió un veredicto unánime de culpabilidad. Lamentablemente, el veredicto de culpabilidad no hará que George Floyd vuelva a la mesa con su familia y amigos”, dijo Ausberry a Baptist Press. “Es una pérdida trágica, y no hay ganadores”.

“La muerte de George Floyd es un horrible recuerdo más que se suma al trauma histórico con el que los afroamericanos viven cada día. Aunque desconocemos las motivaciones de Derrick Chauvin, sus acciones provocaron una muerte innecesaria y sin sentido. Oro por Derrick Chauvin y su familia, ya que ellos también tienen que vivir con las consecuencias de sus acciones”.

Russell Moore

(Presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur)

“Una de las razones por las que este juicio ha captado la atención del mundo es que no se trata de un incidente aislado”, escribió Moore en una columna de su sitio web. “Hemos visto en nuestra historia las formas en las que una y otra vez se ha utilizado la autoridad no para impartir justicia, sino para negarla. La historia por sí misma no puede borrar el pecado y la injusticia. Así, vemos un ejemplo tras otro de hombres especialmente afroamericanos que se enfrentan al peligro y a veces a la muerte. Nuestras estructuras y sistemas, por supuesto, nos pertenecen. De ellos somos responsables”.

“Puede que no sepamos cómo arreglar todo, pero sabemos por dónde podemos empezar. Y debemos hacerlo. Eso requerirá un largo y duro trabajo en nuestros llamamientos como ciudadanos, pero también para la iglesia de Jesucristo: soportar las cargas de los demás, con los cristianos blancos junto a sus hermanos y hermanas afroamericanos y de otras minorías. Cuando una parte del Cuerpo de Cristo sufre, todos lo hacemos. Si estamos, de hecho, unidos como hermanos y hermanas, si nos pertenecemos unos a otros, deberíamos actuar como tal”.

Samuel Rodríguez

(Presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano)

“La decisión de hoy ha demostrado una vez más lo lejos que tenemos que ir en nuestra larga marcha hacia la justicia”, dijo Rodriquez en un comunicado. “Las heridas de nuestro pasado siguen sangrando en nuestra realidad actual, y las tensiones de la vida estadounidense -reveladas por esta terrible tragedia- nos han recordado que probablemente habrá otro George Floyd y otro Derek Chauvin”.

“El remedio -política y judicialmente hablando- es que el ojo ciego de la justicia guíe a nuestros legisladores y jueces, pero el remedio para el alma de Estados Unidos es la empatía, la comprensión y el amor al prójimo, sea cual sea el color de su piel”, agregó Rodríguez.

“Oro por una solución definitiva, que es la de criar una nueva generación que no lleve consigo el dolor, el agravio y la tragedia del pasado a través de constantes recordatorios en nuestro presente. Que Aquel que hizo nuestro mundo y bendijo a nuestros Estados Unidos con la libertad, nos ayude siempre a reparar nuestro mundo y nuestro país a su imagen”.