En la frontera entre Estados Unidos y México el pastor Héctor Silva ha dirigido por más de 24 años un refugio para inmigrantes que buscan asilo o trabajan en el país del norte. El albergue fue construido originalmente para alojar a 150 personas, pero usualmente hospeda a muchas más personas, según informa Christian Post.

“Somos el único hogar que hace esto. No hay otros. Ayudamos a las familias que buscan refugio en los Estados Unidos”, asegura el pastor Silva.

Conforme cada vez más migrantes huyen de sus países con la esperanza de encontrar refugio y trabajo en los Estados Unidos, se enfrentan a un viaje difícil y peligroso. Para ayudar a estas personas, Silva fundó Casa del Inmigrante Senda de Vida. Como parte de su ministerio, da a las personas que huyen de sus países de origen un lugar para quedarse y escuchar el Evangelio.

“Fundé el refugio porque tengo un corazón para las familias y las personas sin hogar”, dice el pastor.

La mayoría de los residentes del refugio son de países de habla hispana como Venezuela, México, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Cuba. Otros vienen de lugares tan lejanos como Uganda, Camerún, Sierra Leona y Ghana. La mayoría quiere entrar a los Estados Unidos.

La mayoría de las personas que buscan refugio hablan español, agrega Silva. Para aquellos que no hablan español, Senda de Vida emplea un traductor.

Conforme la gente permanece en el refugio, Silva les proporciona alimentos, medicinas, acceso a la tecnología y educación infantil.

Inmigración a EEUU en tiempos de Covid y de Joe Biden

El pastor explica que la estancia promedio de cada inmigrante en Senda de Vida antes del COVID-19 era de tres a seis meses. Pero la pandemia ha hecho aún más difícil la situación de los refugiados y ha presentado al ministerio nuevos desafíos.

Las personas que esperan que los tribunales de inmigración decidan sus casos se enfrentan al retraso más largo de la historia, Debido a la pandemia había más de 1.800 casos pendientes a finales de noviembre, según cifras de Border Report. Para el inmigrante promedio, obtener una decisión judicial sobre un caso de inmigración ahora toma alrededor de 500 días.

El pastor Silva explica que las tasas de inmigración de los países de habla hispana se correlacionan con los acontecimientos de la política en Estados Unidos. Después de que Joe Biden se hiciera con las elecciones presidenciales de 2020, muchas personas que esperan cruzar la frontera ilegalmente creen que el gobierno estadounidense no los enviará de vuelta a sus países de origen.

“Están seguros de que el gobierno no los enviará de vuelta”, agrega. “Realmente yo no lo sé, pero eso es lo que ellos piensan”.