La ministra y la ‘plaga’ evangélica de Uruguay

Plaga es la “aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causa graves daños” ¿Es esto lo que piensa la Ministra de Educación y Cultura de Uruguay de los evangélicos?

    18 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 13:00

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    RawPixel / Unsplash

    La ministra de Educación y Cultura de Uruguay, María Julia Muñoz, ha expresado en un grupo de Whatsapp que que las iglesias evangélicas son un “sector, para no decir plaga, que aumenta”.

    Sus declaraciones fueron difundidas este domingo por el diario El País (y luego en numerosos medios), que accedió a una conversación del grupo de Whatsapp en el que la ministra expresó su preocupación, entre otros puntos, sobre el aumento de grupos evangélicos.

    Llama la atención, en primer lugar, que si a la Ministra le preocupa, es que el peso real de los evangélicos en la vida pública uruguaya es notable; especialmente siendo Uruguay un país tradicionalmente “no religioso”.

    Pero la segunda evidencia es el calificativo de “plaga” que sirve a Muñoz para etiquetar a los creyentes, personas, ciudadanos, que son de fe evangélica.

    Esta expresión fue realizada en un foro de Whatsapp. Aunque tiene cierta privacidad, incluía a cien personas, lo que hace que sea ya un altavoz de opinión. Altavoz que alguien con un cargo político debe saber que siempre tiene en cualquier declaración que haga más allá de su intimidad.

    Y a veces es en estos comentarios donde se dice la verdad de lo que se piensa.

    En este sentido, es evidente que para la Ministra de Educación y cultura la preocupación hacia los ciudadanos uruguayos de fe evangélica es verlos como una “plaga”.

    La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define plaga como la “aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños”.

    ¿Considera la ministra que los evangélicos “causan graves daños”? ¿Considera así a evangélicos que participan de la vida política en Uruguay en partidos democráticos?  Un ejemplo el diputado Gerardo Amarilla (que fue Presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay). Un hombre que no sólo ha luchado por los llamados “valores cristianos”, sino también contra la corrupción y por la ecología. Y habría más ejemplos.

    Otra acepción de la RAE para “plaga” es “calamidad grande que aflige a un pueblo”. Una “calamidad” que en el caso de los evangélicos uruguayos consiste en ayudar y liberar a hombres y mujeres de la drogadicción, el alcoholismo, de la trata de personas, apoyar a madres y familias necesitadas. Que dan fe, esperanza y amor en sus congregaciones. Por eso crecen señora ministra, no por ser una “plaga”.

    Una tercera definición de la RAE para “plaga” es “abundancia de algo nocivo”.

    Pero si algo nocivo abunda son declaraciones y etiquetas como estas opiniones de la señora ministra, que descalifican gratuitamente, sin fundamento, estigmatizando a un grupo de buenos ciudadanos, sólo por su fe y creencias.

    Y posiblemente la causa del malestar de la ministra es porque, en su legítimo derecho de promover sus opiniones, los cristianos evangélicos defienden posturas y leyes contrarias a las que de la misma forma legítima defiende el partido de la ministra.

    Es lamentable que quien debe defender la Educación y la Cultura caiga en el barro de descalificar gratuitamente, sin que corresponda con la realidad, a un grupo de personas que están ayudando a crecer y mejorar un país.

    Precisamente Educación y Cultura son dos aspectos que haría bien en defender María Julia Muñoz, justo lo contrario de lo que ha hecho en esta ocasión con su "etiqueta".

    Una pena esta pésima imagen que lanza al mundo entero quien representa tan alta distinción de esta querida nación uruguaya.

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