Tierra bendita y divina

Entre los recuerdos de mis años felices de Nilo hubo un himno que supo conmoverme.

    24 DE OCTUBRE DE 2023 · 08:00

    Dariusz Kanclerz, Unsplash,Jerusalén
    Dariusz Kanclerz, Unsplash

    Hoy, lamentablemente, las palabras Israel y Palestina, están en todos los portales de noticias del mundo. Las guerras siempre son atroces y despiadadas. Sin embargo los cristianos sabemos que son indicios que la Segunda Venida del Señor está cerca.

    Desde niño me supieron sorprender los mapas que sabían ven ir en las últimas páginas de la Biblia de mi querida madre, que era, por supuesto, la clásica versión de la Reina-Varela. Didácticos y coloridos me transportaban a las tierras ya del Antiguo como del Nuevo Testamento. Pero yo tenía y tengo preferencia por “La Palestina del Nuevo Testamento”.

    Pero para mayor precisión de aquellos mapas de las tierras bíblicas en orden cronológico eran los siguientes: “El mundo del Antiguo Testamento (destacando en azul el Mar Mediterráneo y el Mar Negro) – La Palestina del Antiguo Testamento (con el Mar Salado o Muerto) – La Palestina del Nuevo Testamento (mi preferido la Galilea, Samaria, Judea, Fenicia, Siria e Idumea entre otras) – El Mundo del Nuevo Testamento (con Tracia, Capadocia, Galacia, Egipto, Libia y Arabia) – La Jerusalén del Nuevo Testamento (otra de mis láminas preferidas) – La Palestina del Norte (Basán me recordaba a sus toros) – La Palestina Central con el transcurso del maravilloso río Jordán – La Palestina del Sur (con el Mar Muerto). Como colofón explicaba que “El área que ha sido pintada de verde indica las regiones donde, al menos durante ciertas épocas del año, hubo suficientes lluvias o irrigación para el desarrollo de la agricultura en los tiempos bíblicos”.

    Lo cierto es que también en las clases de la escuelita dominical la hermana a cargo de los niños colocaba imágenes en el franelógrafo (pocos lo han conocido) y que me hacía viajar con la imaginación a esas tierras benditas donde nació, creció, predicó y murió el Señor Jesús.

    Pero entre los recuerdos de aquellos años felices hubo un himno que supo conmover mis fibras ya en ese entonces de poeta, cuyo título era “Tierra bendita y divina” cuyos versos me emocionan hasta el día de hoy, a los setenta y dos años de mi edad:

     

    Tierra bendita y divina

    es la de palestina

    donde nació Jesús;

    eres, de las naciones, cumbre

    bañada por la lumbre

    que derramó su luz.

     

    Eres la historia inolvidable

    porque en tu seno se derramó

    la sangre, preciosa sangre,

    del unigénito Hijo de Dios.

     

    Cuenta la historia del pasado

    que en tu seno sagrado

    vivió el Salvador,

    y en tus hermosos olivares

    hablo a los millares

    Su palabra de amor.

     

    Quedan en ti testigos mudos

    que son los viejos muros

    de la Jerusalén;

    viejas paredes ya destruidas,

    que si tuvieran vida,

    nos hablarían también.

     

    Quiera Dios que en esa tierra bendita y sagrada pueda reinar la paz y el amor del Señor se enseñoree sobre gentes y naciones.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - Tierra bendita y divina

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