La Biblia y la sidra

En la Biblia las citas a esta tradicional bebida son muy profusas y demuestran que era conocida desde muy antiguo.

    02 DE DICIEMBRE DE 2022 · 08:00

    Ehioma Osih, Pexels,sidra, manzanas
    Ehioma Osih, Pexels

    Según el Diccionario de la Lengua Española la voz “sidra” deviene del latín “Sicera” y este del hebreo “secat”, bebida embriagadora. Bebida alcohólica, de color ambarino, que se obtiene por la fermentación del zumo de las manzanas exprimidas”.

    Y podemos afirmar con respecto a la veracidad de dicha definición que no está descaminada, pues en la Biblia las citas a esta tradicional bebida son muy profusas y demuestran que era conocida juntamente con el vino desde muy antiguo tiempo, como lo fue, verbigracia, la cerveza en Egipto. Seguramente por la plantación de manzanos encontrados en la tierra vendida de Canaán.

    En la Patagonia, en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, seguramente debido a las grandes extensiones de sombrados de manzanas y peras, se elaboran sidras y jugos de reconocida calidad de exportación.

    Hasta hace pocos años la sidra era una bebida consumida casi exclusivamente en las festividades de Navidad y Año Nuevo, pero ahora se están fabricando sidras de alta gama, que se consumen durante todo el año y son una fuerte competencia para los vinos espumantes.

    En el ameno y edificante libro de Proverbios, atribuidos a Salomón, hijo de David, rey de Israel, Capítulo 31-6 dice textualmente: “Dad la sidra al desfallecido, y el vino a los de amargo ánimo”.

    Sin embargo en Proverbios 20-1 el mismo rey sabio advierte que “el vino es escarnecedor, la sidra alborotadora y cualquiera que por ellos yerra no es sabio”.

    Podemos discurrir sobre este versículo que que, como se sabe, el vino, como traducen otras versiones, “es arrogante y pendenciero” y la sidra como todas las bebidas espumantes tiene un efecto más chispeante tal vez por sus burbujas y enseguida, como se dice vulgarmente se “sube a la cabeza”.

    En el libro de Deuteronomio 14-26 aconseja cuando se llegue al lugar que Dios escogiere “Darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tu deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia”.

    Se sabe por el decir de Isidoro de Sevilla que la palabra “sidra” llegó a significar cualquier bebida alcohólica por fermentación que no fuera vino, como la obtenida de jugo de manzana o pera, de jugo de dátiles o de otros fritos.

    Sabemos que en latín medieval se llamaba incluso “siceratores” a los que elaboraban jugos de manzanas o de peras, pero incluso también de cereales, lo que propiamente se llamaba “cerevisia”, o sea, cerveza”, como ya lo señalamos anteriormente.

    Con respecto a esta última frase, cuando en Río Negro falla por factores climáticos la cosecha de manzana la sidra se elabora de pera, abonando lo anterior.

    En el libro de Jueces 13-4 hay una de las frases más conocidas al respecto referidas al nacimiento de Sansón, pronunciadas por el ángel a su madre: “Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda”. “Y me dijo: He aquí que tu concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte”.

    El mismo requisito le es dado en el Nuevo Testamento en San Lucas Capítulo 1-15 cuando el ángel le dijo a Zacarías que su mujer Elisabet dará a luz un hijo al que llamará Juan y “tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán en su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aún desde el vientre de su madre”.

    Hasta aquí estas citas sobre la Biblia y la sidra. Y siempre recordando que “el vino es escarnecedor y la sidra y la sidra alborotadora”.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - La Biblia y la sidra

    0 comentarios