La importancia de escudriñar las palabras

Muchos giros idiomáticos y vocablos en la versión Reina-Valera correspondientes al Siglo de Oro español merecen una consulta a algún diccionario.

23 DE MARZO DE 2021 · 08:00

Jason Leung, Unsplash,letras
Jason Leung, Unsplash

En el Evangelio según San Juan 5; 39 el señor Jesús nos dice que debemos escudriñar las Escrituras “porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”, conforme a la versión Reina-Valera.

Otras versiones más modernas de lenguaje actual han actualizado al habla de hoy dicho texto para que sea más entendible para los lectores, en especial de aquellos que se inician en el estudio de la Biblia.

Por ejemplo, en el Nuevo Testamento “Dios llega al hombre” podemos leer: “Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la vida eterna”.

Muchas veces sucede que se utilizan vocablos prácticamente caídos en desuso y que como su significado es ambiguo prácticamente se ignora su significado. Eso sucede con el término “escudriñar”.

Escudriñar, según el Diccionario de la lengua Española significa textualmente “Examinar, inquirir y averiguar cuidadosamente una cosa y su circunstancia”, lo que hace más clara y comprensible la frase de Jesús.

Pero como según su etimología todas las palabras tienen un origen y un significado que da sentido a las mismas, el vocablo “escudriñar” arroja más luz todavía. El mismo Diccionario de la Academia las da como sinónimos, es decir que tienen el mismo significado, aunque su grafía difiere.

El escritor Daniel Balmaceda en su ameno libro “El apasionante origen de las palabras” se refiere específicamente a escrudiñar.

Refiriéndose a las elecciones escribe lo siguiente: “En la actualidad, los días en que se llevan  a cabo elecciones hay ciertas expresiones que se repiten todo el tiempo. Una de ellas es “escrutinio”. Seguimos –dice Balmaceda- en la antigua Roma, donde a la ropa vieja, los harapos y los trastos se los denominaba scruta. Los cartoneros o cirujas de aquel tiempo revisaban la ropa de los cadáveres y sus pertenencias en busca de algo que tuviera algún valor de venta. Más adelante, surgió el verbo “scrutare”, que indicaba la acción de revisar los bolsillos de esa ropa, mientras que “scruta” pasó a definir a las baratijas. Sin embargo, “escruchante”, tomada del lunfardo, no se refiere al ladrón que roba hurgando en los bolsillos (ese sería el punga) sino al que se mete en una casa cuando no están sus ocupantes, por lo general violando la cerradura. Escruchante, en este caso, se refiere al acto de hurgar. En español, muchos términos derivaron en “escudriñar, es decir, revisar, examinar con detenimiento. Ese es el origen de la palabra escrutinio”.

Hay muchos vocablos aparte de escudriñar que tienen su origen en la Biblia por ejemplo “adefesios”, tomado de la epístola del apóstol Pablo a los efesios, o sea a los cristianos de la ciudad de Éfeso.

El versículo en cuestión no solamente nos recomienda leer las escrituras, sino estudiarlas detenidamente y reflexionando sobre las mismas.

Hay muchos giros idiomáticos y vocablos en la versión Reina-Valera correspondientes al Siglo de Oro español que merecen una consulta a algún diccionario: por ejemplo: enalbardar, concupiscencia, alfolí, escudriñar, y que para tener una cabal comprensión del texto es preciso conocer su significado.

Y para quien se inicia en la lectura de la Biblia se debe recomendar una versión en lenguaje actual, sobre todo a los jóvenes. Después llegará el tiempo para las biblias de estudio, aconsejando el uso de diccionarios donde hay algunos bíblicos muy completos e ilustradores.

Por supuesto que para los creyentes de mi generación no habrá otra versión más apropiada que la Reina-Valera porque desde pequeños hemos aprendido en ella. El consejo del Señor está siempre vigente, más en estos tiempos de tanta incertidumbre: “Escudriñad las Escrituras” porque son “lámpara a nuestros pies y lumbrera en nuestro camino”.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - La importancia de escudriñar las palabras