La Biblia y los gigantes

Los “rephaim” (equivalente exacto de “gigantes”) se refiere a ciertos antiguos habitantes de Canaán. En los días de David los tenemos en Gat, entre los filisteos.

16 DE ABRIL DE 2023 · 08:00

Efraim Stochter, Pixabay,gigantes, trolls
Efraim Stochter, Pixabay

La Biblia describe a los gigantes como enemigos de Israel. Eran seres terribles que solo podían ser derrotados con la ayuda de Dios. Algunos estudiosos opinan que quizá el gigante Goliat era descendiente de los misteriosos “nefilim”.

Estos gigantes en la tierra, “nefilim” en hebreo “eran la progenie de los hijos de Dios y las hijas de los hombres”. El texto dice que estaban en la tierra, por aquel entonces y también después. Algunos interpretan que “estos fueron una raza de gigantes que aparecieron antes y después del Diluvio, al que ellos mismos causaron por su maldad”.

Se mencionan también cuando el Señor ordenó a Moisés enviar espías a Canaán para ver si la tierra era buena y podía ser conquistada por Israel. “Los hombres que hemos visto son de gran estatura, informaron los espías, agregando que “hemos visto hasta gigantes hijos de Enoc (los nefilim) y ante ellos nosotros parecíamos langostas”, y esa impresión tenían también ellos.

El ameno e interesante “Diccionario Insólito” de Luis Melnik señala a los gigantes que aparecen en la Biblia: “Enac, Goliat, Og, rey de Basán, uno de cuyos huesos se usó como puente sobre un río.  En la Biblia –agrega- la idea de los gigantes aparece varias veces, como seres sobre humanos. Antiguamente se creía que los gigantes habían existido y se explicaban por la unión de los seres celestiales con mujeres terrenas, citando 6:4 “Había en la tierra gigantes: estos fueron los héroes famosos de la Antigüedad”.

Sobre el célebre Goliat o Golías según otras versiones el Diccionario de la Biblia de Jerusalén menciona que era “un gigante filisteo de la ciudad de Gad, de más de dos metros ochenta de altura, que lanzó un desafío para que un israelita luchara con él en combate singular. A dicho desafío respondió David con una honda y cinco piedras. Golpeó a Goliat en la frente, dejándolo inconsciente, y después tomo su espada y lo decapitó (1 S 17, 38-51). Algunos estudiosos sostienen que el gigante de 1 S 17 fue originalmente anónimo -sólo es llamado por su nombre en el versículo 23- y que Goliat fue muerto por un tal Eljanán (2 S 21,19)”.

Por su parte el “Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado” de Vila Escuain agrega que los “rephaim” es el “equivalente exacto de “gigantes” y se refiere a ciertos antiguos habitantes de Canaán. Hasta en los días de David los tenemos en Gat, entre los filisteos.

Un nombre geográfico, el valle de los “refaim”, cerca de Jerusalén, indica cuanto menos su paso por ese rumbo (Jos 15-8; 2 S 5:18) . Los datos proporcionados en Génesis 14 y confirmados por Dt 2: 10 al 26 se remontan a una época muy antigua.

Es fácil que la Palestina fuera poblada por los “rephaim” antes de la entrada de los cananeos, en el tercer mileno a.C. Goliat era racialmente de los rephaim, si bien, políticamente filisteo. Medía 2,60 de altura; la cama de Og –otro de los gigantes famosos- medía unos 3,50 m de largura. Después de David no se menciona más a los gigantes”. Simbólicamente podemos decir que los gigantes en la Biblia siempre fueron vistos como enemigos de Dios.

Nada mejor para cerrar esta breve nota sobre la Biblia y los gigantes que una cita del profeta menor Amós por cuyo medio Dios declaró claramente que los amorreos también eran muy altos y fuertes, si bien la cita se puede tomar también en sentido figurado: “Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto y os conduje por el desierto cuarenta años para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo”. Amós 2, 9-10.

A pesar de haber hoy hombres de gran altura considerados como verdaderos gigantes, -en un paraje cercano a mi pueblo, Valcheta, supo vivir Noel Berthe, considerado un gigante patagónico con su altura de 2 metros cuarenta centímetros-, los gigantes que se oponen al plan de salvación de Dios son otros, pero según las promesas del Apocalipsis serán vencidos y desterrados para siempre.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - La Biblia y los gigantes