Señor, ten piedad de mí

Un poema pidiendo la gracia y la misericordia del Señor Jesús.

    09 DE MAYO DE 2021 · 08:00

    Jackson David, Pixabay,mano, oración
    Jackson David, Pixabay

    Señor que estás en el pino

    y en el cerco de piedras

    de mi casa,

    que estás en el patio

    debajo del aguaribay

    y en los granados

    y también en los olivos.

    Ten piedad de mí.

     

    Dios que estas en mis libros

    y en el pale en que escribo,

    que estás en la cocina

    y en las sillas del comedor,

    en la cama donde yago,

    que estás cuidando mi entrada

    y mi salida,

    ten piedad de mí.

     

    Señor que estás con los míos

    y en los alimentos,

    en el pan y en el vino,

    en el sol que penetra

    por mi ventana y también

    en la lluvia que empaña los cristales,

    en el rocío

    y en las flores del jardín,

    en los pájaros que trinan

    y en las nubes viajeras,

    ten piedad de mí.

     

    Dios que estás

    en los átomos que respiro

    y en la sombra que me acompaña,

    en la espuma de las olas

    y en las aguas del arroyo,

    en la nieve

    y en el vuelo alborotado

    de las tijeretas,

    en la mano del hombre

    que trabaja

    y en las de la mujer

    que prepara la mesa,

    en los amigos

    y en los pobres de toda pobreza,

    en los niños que juegan

    en el parque

    y en el delantal de mi madre,

    ten piedad de mí.

     

    Señor que estás

    en las lágrimas de los que sufren

    y en el silencio de las iglesias,

    en los transeúntes

    que también son mis prójimos,

    en la melodía de los músicos callejeros

    y en la ecuyere del circo también en su caballo,

    nunca en las palabras

    de los políticos

    ni en las lenguas mendaces,

    ni en la falsa balanza

    de los mercaderes,

    ten piedad de mí.

     

    Dios que estás

    con el ladrón a tu derecha

    y también con publicano

    con el joven rico

    y con el príncipe

    y con el mendigo.

    ten piedad de mí.

     

    Ahora y para siempre

    Señor.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - Señor, ten piedad de mí

    0 comentarios