Señor, ten piedad de mí
Un poema pidiendo la gracia y la misericordia del Señor Jesús.
09 DE MAYO DE 2021 · 08:00

Señor que estás en el pino
y en el cerco de piedras
de mi casa,
que estás en el patio
debajo del aguaribay
y en los granados
y también en los olivos.
Ten piedad de mí.
Dios que estas en mis libros
y en el pale en que escribo,
que estás en la cocina
y en las sillas del comedor,
en la cama donde yago,
que estás cuidando mi entrada
y mi salida,
ten piedad de mí.
Señor que estás con los míos
y en los alimentos,
en el pan y en el vino,
en el sol que penetra
por mi ventana y también
en la lluvia que empaña los cristales,
en el rocío
y en las flores del jardín,
en los pájaros que trinan
y en las nubes viajeras,
ten piedad de mí.
Dios que estás
en los átomos que respiro
y en la sombra que me acompaña,
en la espuma de las olas
y en las aguas del arroyo,
en la nieve
y en el vuelo alborotado
de las tijeretas,
en la mano del hombre
que trabaja
y en las de la mujer
que prepara la mesa,
en los amigos
y en los pobres de toda pobreza,
en los niños que juegan
en el parque
y en el delantal de mi madre,
ten piedad de mí.
Señor que estás
en las lágrimas de los que sufren
y en el silencio de las iglesias,
en los transeúntes
que también son mis prójimos,
en la melodía de los músicos callejeros
y en la ecuyere del circo también en su caballo,
nunca en las palabras
de los políticos
ni en las lenguas mendaces,
ni en la falsa balanza
de los mercaderes,
ten piedad de mí.
Dios que estás
con el ladrón a tu derecha
y también con publicano
con el joven rico
y con el príncipe
y con el mendigo.
ten piedad de mí.
Ahora y para siempre
Señor.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde Valcheta - Señor, ten piedad de mí