Israel y el conflicto palestino

Oh Dios, no guardes silencio; no te quedes callado ni impasible. Mira cómo se alborotan tus enemigos, cómo te desafían los que te odian. Con astucia conspiran contra tu pueblo; contra aquellos a quienes Tú estimas y dicen: “Vengan, destruyamos su nación, que el nombre de Israel no vuelva a recordarse” Salmo 83:1-4

En estos días ISRAEL ha sido sorprendido y el mundo conmovido por el lanzamiento de aproximadamente 1.600 misiles arrojados desde la Franja de Gaza hacia centros urbanos de Israel. Muchos de estos misiles cayeron dentro de la misma Franja de Gaza, por desperfectos propios de los mismos. De los que alcanzaron territorio israelí, el 90% fueron destruidos en el aire por el “Escudo de Hierro”, que es un sistema de defensa que intercepta los misiles atacantes y los destruye en el aire antes de tocar tierra.

La distancia entre la Franja de Gaza y el territorio israelí es muy corta. Desde que se detectan los misiles y suenan las alarmas, hay ciudades que solo cuentan con 10 segundos para esconderse en los refugios, mientras que otras tienen 20 y hasta 30 segundos. De todos modos es muy escaso el tiempo para protegerse y muy estresante la vida que está pendiente del intenso sonido de las alarmas.

Para entender este conflicto es importante comprender que no se trata de un enfrentamiento palestino-israelí, sino que es un conflicto con el grupo terrorista HAMÁS, el cual tiene como propósito fundacional exterminar a Israel. Sus mismos documentos declaran: “ISRAEL existe y seguirá existiendo hasta que el islamismo lo destruya por completo”.

HAMÁS, es una organización fundada en 1987, que se declara a sí misma como “yihadista, nacionalista e islamista”. Llegó al poder en Franja de Gaza en año 2006 tras un cruento golpe de estado contra FATAH, la otra facción política palestina, de corte secular (no islamista).

En el 2005 Israel había retirado unilateralmente toda su población y toda presencia de la Franja de Gaza con el fin de lograr la Paz y la Estabilidad Regional. Sin embargo, el acceso de HAMÁS al poder hizo recrudecer el conflicto y potenciar los ataques.

Muchos ignoran que en Israel hay 1.500.000 habitantes árabes y palestinos que viven y tienen ciudadanía israelí. Conviven en paz y armonía con los judíos, viven, trabajan, estudian, usan los hospitales, las escuelas y universidades.

Esto es imposible a la inversa, es decir, que una familia judía viva de esta forma en la zona palestina. No se podría, no lo permiten, sus vidas correrían peligro de muerte segura.

Nos preguntamos si es posible la PAZ en Medio Oriente. De hecho se han dado pasos muy importantes en esta materia.

• En 1979 EGIPTO firmó la paz con Israel poniendo fin a 30 años de guerra.
• JORDANIA, en 1994 firmó la paz finalizando con 46 años de enfrentamientos.
• En 1996, tres estados árabes norafricanos, MARRUECOS, TÚNEZ y MAURITANIA se unieron a los otros países árabes que habían elegido el camino de la paz y la reconciliación, estableciendo relaciones diplomáticas con Israel.
• En estos últimos meses firmaron la paz SUDAM, BAHREIM y LOS EMIRATOS ÁRABES UNIDOS.

Esto muestra la disposición de Israel a acordar la paz con todos.

Los cristianos debemos tener un claro posicionamiento con Israel como Pueblo Escogido por Dios. Esto es un posicionamiento desde lo espiritual y bíblico, no político. Tal afirmación no implica ser anti-palestino o anti-árabe, porque Dios no hace acepción de personas, pero sí debemos tener un claro posicionamiento contra el terrorismo y contra la violencia.

Pensar que apoyando a HAMÁS defendemos a los palestinos, es un grave error, ya que no representan a los palestinos. HAMÁS es un grupo terrorista violento, que aún promueve la inmolación de sus miembros prometiéndoles el paraíso, y utilizan a la población civil como escudos humanos.

HAMÁS es como AL-QAEDA, como las FARC, como el ERP. La muerte es su bandera y la violencia es su método. Son organizaciones terroristas que no pueden ser equiparadas a los Estados Democráticos.

Ellos no dialogan, no buscan consensos, son revolucionarios y su meta es destruir a los que llaman “enemigos”.

Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Ezequiel 36:28