La intolerancia de los progresistas
Se ha abierto la caja de pandora y los progresistas se han hecho intolerantes aun con ellos mismos.
19 DE AGOSTO DE 2025 · 08:00
Un clima de miedo reina estos días en los autodenominados “progresistas” que se atreven a pensar más allá de los dogmas que ellos mismos ayudaron a imponer en la sociedad.
Y es que empiezan a descubrir que la “tolerancia” que predicaban sólo era válida para los seguidores estrictos de la ortodoxia de su élite. Ahora, un pequeño guiño contrario es suficiente para despertar toda una caza de brujas contra el disidente.
Los ejemplos empiezan a multiplicarse.
En diciembre de 2019, se acusó a la nada conservadora escritora británica J.K. Rowling de “transfobia” por haber dicho la obviedad de que los trans “no podían cambiar su sexo biológico” o de que “sólo las mujeres menstrúan”.
De nada valió que la autora de la famosa serie de novelas de brujos, Harry Potter, saliera a defenderse de las acusaciones, los insultos y hasta las amenazas (transfóbica, coño, perra, TERF, etc.).
De nada valió su lúcida respuesta en las redes sociales afirmando que “decir la verdad no es odio”, o que publicara en su web una extensa carta señalando que “«Mujer» no es un disfraz. «Mujer» no es una idea en la cabeza de un hombre”.
Los medios progresistas que antes la alababan se alinearon con la inquisición política dominante y le bajaron el dedo. Rebotaron principalmente los ataques, los reafirmaron e iniciaron una frenética demolición virtual contra ella que aún continúa.
Pero no es el único caso. El 14 de julio de 2020 se conoció la renuncia al New York Times de Bari Weiss, su Editora de Opinión, a través de una carta pública. Sus palabras reafirmaron con claridad la existencia de esta nueva inquisición periodística: “Me he convertido en objeto de acoso constante por parte de colegas que no están de acuerdo con mis puntos de vista. Me han llamado nazi y racista […] todos viven con miedo a la tormenta digital […] defender los principios no gana aplausos”. ¿La respuesta oficial del New York Times?.. Silencio. El mismo silencio con el que respondió toda la prensa hegemónica y “tolerante”. Weiss no era la primera en renunciar al diario, unas semanas antes lo había hecho otro editor, James Bennet, por razones similares.
Y hay muchos casos más.
El Harpers Magazine publicó el 7 de julio de 2020 una “Carta sobre justicia y debate abierto”, en la que nada menos que 154 escritores e intelectuales, mayormente progresistas, de universidades tan reconocidas como Harvard, Stanford, Yale, Princeton, Columbia, Nueva York, o de instituciones como el Lincoln Center, Law School, Manhattan Institute y muchos otros, denuncian un clima intolerante en todos lados “a favor de la conformidad ideológica”, rechazan la “amenaza de represalias” y señalan la urgente necesidad de “posibilitar desacuerdos sin consecuencias profesionales nefastas”.
Ninguno de estos llamados parece haber tenido efecto en el establishment.
Especialmente ahora que sus hordas de incondicionales se han convencido de su poder y rumian anhelantes por más sangre. Se ha abierto la caja de pandora y los progresistas se han hecho intolerantes aun con ellos mismos.
Tal vez no sea tarde para que aprendan que lo que uno siembra, eso cosecha.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Desde el Sur - La intolerancia de los progresistas