Conocerse a uno mismo
El conocimiento de nosotros mismos es crucial en el marco de la fe.
15 DE JULIO DE 2025 · 08:00

“Conócete a ti mismo” es una de las frases más populares y citadas de Sócrates, que él tomó del pórtico del Oráculo de Delfos.
Y el conocimiento de nosotros mismos es tan crucial en el marco de la fe que Juan Calvino inició su obra magna Institución de la religión cristiana diciendo:
Casi toda la suma de nuestra sabiduría… consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que el hombre debe tener de Dios, y en el conocimiento que debe tener de sí mismo.
Y esto es así debido a que ambos conocimientos están tan entrelazados que: “no es cosa fácil distinguir cuál precede y origina al otro”.
Pero, independiente de cuál sea la causa y cuál el efecto, Calvino añade:
Nadie se puede contemplar a sí mismo sin que al momento se sienta impulsado a la consideración de Dios, en el cual vive y se mueve.
Más exactamente, concluye Calvino:
Es cosa evidente que el hombre nunca jamás llega al conocimiento de sí mismo, si primero no contempla el rostro de Dios y, después… desciende a considerarse a sí mismo.
Así, pues, este conocimiento de nosotros mismos incluye invariablemente la toma de conciencia de las perfecciones morales de Dios que la Biblia llama “santidad” y de las imperfecciones humanas que la Biblia llama “pecado”.
Se trata de un conocimiento imprescindible para cultivar la humildad y la fortaleza necesarias para rendirnos a Dios y ejercer, con el concurso de Su Espíritu, el dominio propio sobre nuestras inclinaciones pecaminosas.
Así se nos exhorta a hacerlo repetidamente en las Escrituras:
Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio… (1 Pedro 1:13)
Sólo quien se conoce a sí mismo con todas sus grandezas y miserias podrá ejercer el dominio propio con humildad como Dios manda.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - Conocerse a uno mismo