Si hay vergüenza aún hay esperanza

Sentir vergüenza por nuestro pecado indica que no está endurecida nuestra conciencia.

09 DE JULIO DE 2025 · 08:00

felipepelaquim, Unsplash,vergüenza, avergonzado
felipepelaquim, Unsplash

Ya hemos señalado otras veces la utilidad que la vergüenza puede desempeñar a la hora de tratar con nuestros pecados.

Es un sentimiento que nos impulsa a corregirlos de una manera satisfactoria, pues el mero hecho de experimentar vergüenza por nuestros actos pecaminosos indica que todavía no hemos llegado a un grado de endurecimiento tal de nuestras conciencias con respecto a ellos que sea ya irreversible.

Reflexionamos en este aspecto sobre la reincidencia de los israelitas en celebrar matrimonios mixtos con personas de religiones paganas, algo prohibido en la ley.

Un hecho en el que el pueblo de Israel ha incurrido masivamente en muchas oportunidades de su historia, según relata el Antiguo testamento, sin que las generaciones posteriores hubieran aprendido la lección.

Sin perjuicio de la gravedad de esta conducta ante Dios, lo cierto es que éste no era un caso perdido en la medida en que el pueblo estuviese todavía dispuesto a reconocer sus faltas a este respecto, con humildad y disposición a la corrección.

Así se lo manifestó Secanías a Esdras:

“Entonces uno de los descendientes de Elam, que se llamaba Secanías, hijo de Jehiel, se dirigió a Esdras y le dijo: «Nosotros hemos sido infieles a nuestro Dios, pues tomamos por esposas a mujeres de los pueblos vecinos; pero todavía hay esperanza para Israel” (Esdras 10:2).

La esperanza en este caso procedía de la disposición del pueblo a hacer un pacto con Dios renovando su compromiso de obediencia a Él en este particular.

Un pacto que Esdras, al conocerlo, lideró y sancionó favorablemente, imprimiéndole la solemnidad del caso, con el resultado de que:

“Los que habían regresado… actuaron según lo que se había convenido” (Esdras 10:16)

Mientras podamos experimentar vergüenza y disposición al arrepentimiento, la confesión y la corrección, la esperanza puede renacer de nuevo.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - Si hay vergüenza aún hay esperanza