‘Por tradición anulan la palabra de Dios’

La ostentación legalista hipócrita debe estar excluida por completo del cristianismo.

    18 DE MAYO DE 2025 · 08:00

    ,fariseos

    Tradición, legalismo y libertad (1)

    El legalismo es la censurable actitud presente en la iglesia que tiende a reducir la práctica del cristianismo a una serie de normas y leyes detalladas que pueden llegar a ser cargas muy difíciles y molestas, muchas de ellas extemporáneas, cuando no sin ningún fundamento bíblico y producto de normas y tradiciones humanas.

    Actitud que fomenta la arrogancia y ostentación de quienes creen estar cumpliendo a cabalidad con las normas en cuestión y miran por encima del hombro de modo inquisitivo y descalificador a quienes, a su juicio, no lo hacen.

    Se comportan estos al mejor estilo de los fariseos del primer siglo de la era cristiana, justificando las connotaciones que el término “fariseo” ha llegado a adquirir para designar a alguien falso e hipócrita, conforme a las denuncias que Cristo hizo de ellos: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre” (Mateo 23:27).

    Esta ostentación hipócrita debe estar excluida por completo del cristianismo, ya que: “¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe” (Romanos 3:27). Al fin y al cabo: “por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe… no por obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:8-9).

    Las advertencias bíblicas contra el legalismo se dan en tres frentes diferentes.

    El primero lo vemos en la crítica del Señor Jesús contra las tradiciones rabínicas añadidas a la Ley en el Talmud judío, como consta en los contrapunteos entre los fariseos y el Señor: “-¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos?… -¿Y por qué ustedes quebrantan el mandamiento de Dios a causa de la tradición?…”

    Jesús pasa enseguida a denunciar algunos de los tecnicismos legales urdidos por los fariseos con el fin de eludir el cumplimiento de la ley y añadiendo finalmente: “… Así por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios” (Mateo 15:2-6).

    La conclusión del Maestro al respecto es contundente y clara“… ꟷTenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes, hipócritas, según está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas.’ Ustedes han desechado los mandamientos divinos y se aferran a las tradiciones humanas. Y añadió: -¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones!” (Marcos 7:6-9)

    Los otros dos frentes los veremos en los siguientes artículos, El primero, que los preceptos de la ley de Dios no eran rígidos ni inflexibles; y el segundo que el problema con el legalista no es el legalismo que practica en su propia vida, sino su obsesión por imponérselo a los demás.

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - ‘Por tradición anulan la palabra de Dios’

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