Jesús, antídoto de la teología liberal
Jesús autenticó algunos de los pasajes bíblicos más debatidos hoy en día. Se anticipó a refutar la crítica bíblica del siglo XX.
07 DE MAYO DE 2023 · 08:00
¿Es la Biblia un mito más? (3)
El carácter y la credibilidad de Jesús de Nazaret, establecida y reconocida por propios y extraños por igual, juega también en contra del carácter mítico de las narraciones bíblicas.
De hecho, como lo dicen Josh McDowell y Don Steward: “Jesús… autenticó algunos de los pasajes que se disputan más hoy en día… Parece que Jesús se anticipó a refutar la crítica bíblica del siglo XX al autenticar estas narraciones”.
Por lo pronto, lo que nos interesa es notar que los pasajes bíblicos que han sido señalados como mitos de manera casi sistemática por estos teólogos y el pensamiento secular son los 3 primeros capítulos de la Biblia relativos a las narraciones de la creación y la caída, cuyo carácter presuntamente mitológico un buen número de ellos extiende al resto del Génesis con las narraciones del diluvio, la torre de Babel y Sodoma y Gomorra.
Y Jesús se refirió a todos ellos dándolos por descontados como hechos históricos y no mitos, comenzando por la realidad histórica de Adán y Eva (Mateo 19:4-6), la muerte de Abel a manos de Caín (Mateo 23:35; Lucas 11:51), el diluvio universal (Mateo 24:37-39) y la destrucción de Sodoma y Gomorra y la muerte de la esposa de Lot convertida en estatua de sal (Mateo 10:15; 11:23-24; Lucas 17:29-32).
Así, pues, para calificar estos episodios como mitos se debe poner, entonces, en entredicho la bien ganada credibilidad de Jesús, algo que no muchos se atreven a hacer.
Y no porque no quieran, sino porque ya lo intentaron y fracasaron. Me refiero a que uno de los argumentos utilizado ampliamente durante el siglo XIX por los críticos en contra de la persona y las legítimas pretensiones de Jesucristo sobre nuestras vidas consistió en afirmar que, dado que los evangelios habían sido presuntamente escritos dos o más generaciones después de aquella que fue testigo presencial de los hechos ꟷalgo que también ya ha sido desmentidoꟷ, en el curso de este tiempo la iglesia habría terminado introduciendo mitos y leyendas alrededor de la figura de Cristo que terminaron plasmadas en los cuatro evangelios canónicos que recogen su vida, brindando, por tanto, una imagen falsa de Cristo que no correspondería con la realidad de su vida y obras. Se suponía, entonces, que al emprender una investigación de carácter científico más exhaustiva y minuciosa al margen de los evangelios, se terminaría descubriendo a un Jesús “desmitificado” completamente natural y diferente al Jesús sobrenatural de los evangelios. Dicho de otro modo, que al escribir una biografía científica de Cristo se terminarían derrumbando todos los mitos construidos alrededor de Él en los evangelios.
Esta fue la intención del ambicioso proyecto asumido por los teólogos liberales del siglo XIX bajo el nombre de “la búsqueda del Jesús histórico”. Proyecto que, si bien no dejó de hacer aportes para iluminar el contexto histórico del primer siglo en el que Cristo vivió, fracasó estruendosamente en su propósito principal de revelarnos a un Cristo natural o “desmitificado”.
El fracaso de este proyecto estableció, entonces, algo que estos críticos del cristianismo han tenido que reconocer y aceptar, así sea a regañadientes. Esto es que el retrato de Cristo provisto por las cuatro coincidentes “biografías” de Él de las que disponemos en los cuatro evangelios es el retrato auténtico y real de su persona, no adornado por mitos que busquen realzar de manera artificial su personalidad, ni en su perfecto carácter moral, ni en su declarada identidad de Hijo de Dios, ni en los milagros que realizó para confirmarla, destacándose entre todos ellos su propia resurrección de los muertos a la que nos referiremos un poco más adelante.
La búsqueda del Jesús histórico del siglo XIX terminó, sin proponérselo, confirmando los evangelios y estableciendo que ellos registraron, entonces, sin mitos ni falsedades lo que los testigos presenciales observaron directamente en Cristo y la credibilidad que la iglesia siempre le había atribuido.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - Jesús, antídoto de la teología liberal