¿Es irracional la idea de la Trinidad?
La doctrina de la Trinidad no es irracional, no está en contra de la razón, sino por encima o más allá de ella.
26 DE MARZO DE 2023 · 08:00

La doctrina de la Trinidad es una de las doctrinas más fundamentales para definir la ortodoxia o doctrina correcta de una iglesia cristiana. Éste fue, de hecho, tal vez el tema doctrinal más distintivo y debatido en el cristianismo primitivo, una vez surgieron las primeras herejías que dieron lugar a su vez a las discusiones teológicas que llevaron a los padres o primeros apologistas y teólogos cristianos de renombre a definir y formular metódica, sistemática y oficialmente el dogma cristiano esencial, plasmado de manera sintética en los tres Credos de la Iglesia Primitiva: el apostólico, el niceno y el atanasiano, sobresaliendo entre todos los temas abordados en ellos la doctrina de la Trinidad y la doctrina de Cristo, ambas, por supuesto, íntimamente relacionadas e interdependientes.
Ahora bien, existen, de entrada, dos circunstancias formales que obran en perjuicio del correcto entendimiento de la doctrina de la Trinidad, de donde se surten de munición los detractores de esta doctrina para tratar de impugnarla.
En primer lugar, existe una acusación de su presunta irracionalidad e incoherencia lógica, señalada con especialidad por el judaísmo y el islamismo con su monoteísmo rígido y supuestamente más puro, aunque las actitudes cerradamente racionalistas también han contribuido a lo largo y ancho de la historia a tratar de desvirtuarla en este aspecto particular, frentes todos que unen fuerzas entre sí para sostener que, desde el punto de vista estrictamente lógico y racional, la doctrina de la Trinidad no es más que un politeísmo triteista.
Pero, por el contrario, la iglesia ha respondido señalando, sin complejos ni disculpas, que quienes niegan las distinciones personales entre Padre, Hijo y Espíritu Santo en el seno del único Dios verdadero son los que incurren en herejías llamadas de muchas maneras a lo largo de la historia (sabelianismo, monarquianismo, modalismo, “patripasionismo”, arrianismo, adopcionismo, socinianismo, pneumatomaquianismo y, últimamente, unitarismo).
Herejías que no hacen justicia al auténtico y pleno monoteísmo cristiano revelado en las Escrituras y en la experiencia del creyente. Porque, en realidad, la doctrina de la Trinidad no es irracional porque no está en contra de la razón, sino por encima o más allá de ella. Es decir que aunque hay que reconocer y sostener que la doctrina de la Trinidad desborda de lejos las capacidades de la razón humana finita, de modo que no puede ser abarcada por completo por ninguna mente humana; eso no significa que sea irracional sino más bien superior a la razón humana, en el sentido de que siempre habrá en ella elementos puntuales que escapan de lleno a la comprensión racional del hombre, por mucho que nuestra racionalidad se ensanche de la mano del desarrollo científico y filosófico a través de la historia.
El problema es que algunos creen que la insuperable dificultad para entender cabalmente la doctrina de la Trinidad es una excusa válida para terminarla negando al pretender contenerla dentro de nuestra propia mente finita y necesariamente limitada.
Porque sea como fuere, la Trinidad se encuentra revelada a través de toda la Biblia, aunque ésta no se tome el trabajo de proveer una explicación metódica, sistemática y completa acerca de ella, labor que le corresponde a la teología, que es algo que afortunadamente se ha logrado con solvente ꟷsi bien no completaꟷ suficiencia argumental.
Ciertamente, la acusación de irracionalidad dirigida contra la doctrina de la Trinidad por sus opositores se viene al piso si se logra demostrar con suficiencia que esta doctrina no es ilógica ni incoherente. De hecho, esta doctrina ha sido formulada de manera sencilla y escueta de una manera que no viola la ley lógica de la no contradicción que establece que una afirmación no puede ser falsa y cierta al mismo tiempo y en la misma relación.
Es así como Tertuliano y la tradición teológica occidental definieron la Trinidad de manera temprana en una fórmula que ha llegado así hasta nosotros: “Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas distintas y un solo Dios verdadero”. Esta frase podrá hacer alusión a una misteriosa paradoja, pero nunca a una flagrante contradicción lógica, así la fórmula misma esté lejos de explicar cabal y exactamente en qué consiste la Trinidad.
La próxima semana veremos la Trinidad en la Biblia
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Creer y comprender - ¿Es irracional la idea de la Trinidad?