Latinoamérica y su Renacimiento

La luz avivadora y transformadora de la Palabra de Dios ha venido llenándolo todo en Latinoamérica.

    11 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 10:00

    Josep Molina Secall / Unsplash,música luz, chelo mar
    Josep Molina Secall / Unsplash

    Desde la llegada de los colonizadores europeos a nuestro continente, quienes pagados y enviados por monarquías identificadas religiosamente con la iglesia romana, influyeron culturalmente sobre los pobladores primigenios de las diferentes regiones de América, desde México a la Argentina.

    Inculcaron la fe católica con sus ritos e imágenes a unos indígenas que, salvo en contados casos, se opusieron férreamente. El resultado es la Latinoamérica que actualmente conocemos, pero antaño como hoy, está en proceso un profundo cambio que vendrá de la mano de lo espiritual.

    Nuestro continente está viviendo un proceso inverso a lo que fue el Renacimiento de Europa Occidental, que pasó de lo teológico a lo antropológico (relegando a Dios por el humanismo: el hombre como centro de todo), el cual coincidió con la llegada de los colonizadores a América; pero el renacimiento que está naciendo en nuestra región es totalmente inverso, va del hombre como centro a poner a Dios, al Señor de la Biblia, en el primer lugar nuevamente.

    Aquel renacimiento fue de lo espiritual a lo humano, este viene del humanismo frustrado y fracasado a una espiritualidad de verdadera relación con el Señor de señores.

    Si América fue influida sustancialmente por la religión de los monarcas y colonizadores, que poco tiene de bíblica, ni se imaginan lo que hará una fe viva en el Dios amoroso que manifestó su gracia viniendo al mundo a morir en una cruz llevando en nuestro lugar todo vestigio de pecado y trayéndonos a una nueva vida; a un renacimiento personal y social que está fundamentado sobre las Sagradas Escrituras contenidas en la Biblia.

    Y es que la luz avivadora y transformadora de la Palabra de Dios ha venido llenándolo todo en Latinoamérica «porque la tierra estará saturada del conocimiento del Señor, así como las aguas cubren el mar» (Isaías 11:9).

    Esa plenitud de la visitación del Espíritu Santo «sobre toda carne» en Latinoamérica ha llegado hasta las esferas del poder; los cristianos por fin se están dando cuenta del letal engaño satánico que ha significado sostener «que la política es del diablo», dejando así que los verdaderos «diablos» asuman los cargos gubernamentales para hacer todo lo contrario a lo que manda el Señor en la Biblia; el resultado está a la vista.

    Pero la luz de las Escrituras y el accionar poderoso del Espíritu de Dios está «abriendo los ojos del entendimiento» de la gente, quienes están descubriendo que la Verdad de Cristo es para cada pueblo, estamento social e institución, sea esta social, política, económica o militar.

    Estamos ante un indetenible avance en el renacer de los pueblos latinoamericanos a la Verdad del Señor.

    Nuestros mayores ejemplos son Costa Rica, Brasil, Colombia, Guatemala, México, Argentina y muy pronto Venezuela, porque el Señor está tomando el control de las instituciones de poder y convirtiendo a Latinoamérica en puntal y ejemplo para el resto del planeta. El nuevo Renacimiento, del humanismo al cristianismo bíblico, se está dando en América Latina y de allí se expandirá aceleradamente al resto del mundo.

    Latinoamérica está renaciendo en Cristo. El Señor la está sanando y restaurando para demostrarle al mundo cómo actúa el poder de Dios en las vidas, sociedades y naciones, desde su institución fundamental, la familia, hasta las más altas esferas de poder. Dios está levantando y juntando a sus valientes de las naciones de nuestro continente para producir este renacimiento que viene impulsado por el más poderoso avivamiento hasta ahora visto, por cierto, el último avivamiento antes de la venida del Señor por su Iglesia.

    Dios está tomando para este renacimiento a naciones como Venezuela, saqueada, vilipendiada y llevada casi a la ruina para levantarla espiritualmente y restaurarla hasta convertirla en una nación que glorifique su nombre.

    Él sigue siendo especialista en «elegir lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo, para avergonzar a lo fuerte. También Dios escoge lo vil del mundo y lo menospreciado, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie pueda jactarse en su presencia» 1ª Corintios 1:27-29).

    Nuestros ojos están a punto de verlo. ¡Qué experiencia más poderosa y emocionante nos espera! ¡Lo mejor está por venir...!

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - Latinoamérica y su Renacimiento

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