No existe ‘fornicación permitida’, Mr. Welby
No nos dejemos engañar por posturas e interpretaciones modernas, porque la Palabra de Dios viene de la eternidad y será eterna, jamás pasará.
03 DE NOVIEMBRE DE 2024 · 08:00
Hace unos días Justin Welby, arzobispo de Canterbury, de la Iglesia Anglicana, señaló que «el sexo fuera del matrimonio es aceptable si tiene lugar en una relación estable»; tal declaración ha resultado en un verdadero escándalo no sólo en el Reino Unido, sino en el cristianismo mundial.
El pensamiento del líder de la Iglesia de Inglaterra y de la Comunión Anglicana mundial ha «evolucionado a lo largo de los años» para «incluir más plenamente a las personas LGTBIQ+ en la vida eclesial», explicó Welby desde el Palacio de Lambeth.
«Toda actividad sexual debe ser dentro de una relación comprometida, ya sea heterosexual u homosexual». Se trata de la declaración pública más clara hasta ahora de Welby, que es arzobispo de Canterbury desde 2013, sobre su apertura no sólo a las relaciones homosexuales, sino también al sexo fuera del matrimonio, publicó el portal Evangélico Digital.
La verdad es que este clérigo anglicano ya no nos sorprende con sus posturas apóstatas, pero en aras de la verdad eterna de la Palabra de Dios contenida en la Biblia es nuestro deber aclararle a él y a nuestros respetados lectores acerca del uso erróneo que Mr. Welby hace de las Sagradas Escrituras.
Si es cierto que cuando Dios estableció a la primera pareja en el Edén no había autoridades civiles para certificar esa unión, que más adelante se le dio el nombre de ‘matrimonio’, el propio Dios sirvió de autoridad absoluta y quien instituyó el matrimonio. A partir de ahí las uniones se hacían como un pacto de palabra entre las familias involucradas y era certificado por autoridades religiosas en cada población o ciudad.
Por muchos años los matrimonios se respetaron y preservaron por tradición oral, hasta que se empezaron a constituir autoridades civiles y religiosas quienes empezaron a celebrar matrimonios, que posteriormente Dios estableció a través de Moisés y a partir de la ley dada por el Altísimo otros pueblos y religiones comenzaron a copiar el modelo bíblico del matrimonio, la mayoría de ellos monogámicos.
Ni siquiera con el nacimiento del islam en el siglo VI de nuestra era cristiana, que, a pesar de ser una religión poligámica, acepta las locuras de Mr. Welby; quien atropellando lo instituido por Dios ahora acepta «el sexo fuera del matrimonio» o lo que es igual a las ‘uniones de hecho’ (conocidas como concubinato en la mayoría de las naciones).
A pesar de lo que Dios instituyó en su Palabra, Él respeta las leyes establecidas por las naciones para la celebración de matrimonios de manera legal, siempre y cuando no contravengan su eterna Escritura. No así las ‘uniones de hecho’ o concubinato.
Mr. Welby olvida que toda relación sexual fuera del matrimonio es calificada por Dios como ‘fornicación’, que es uno de los pecados más graves que puede atreverse a cometer la humanidad. Pasar por alto que la fornicación, cualquiera sea su forma: heterosexual, homosexual, pedofílica, incestuosa, zoofílica, entre otras; es catalogada como una abominación contra Dios y contra nuestro propio cuerpo.
Veamos a la luz de algunas porciones de las Escrituras (sólo del Nuevo Testamento para que no digan que las Escrituras del Antiguo Testamento ‘evolucionan’) por qué fornicar, en todas sus formas, es un grave pecado:
• «Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad... aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males... quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican» (Romanos 1:28-32).
• «No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios» (1ª Corintios 6:9b-10).
• «¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne... Huyan de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoran que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en ustedes, el cual recibieron de Dios, y que no es de ustedes? Porque han sido comprados por precio; glorifiquen, pues, a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios» (1ª Corintios 6:14-20).
• «Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, ... orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales les amonesto, como ya se los he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios» (Gálatas 5:19-21).
• «La voluntad de Dios es la santificación de ustedes; que se aparten de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los que no conocen a Dios» (1ª Tesalonicenses 4:3-5).
• «Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios» (Hebreos 13:4).
Con estos pasajes bíblicos es suficiente. Existen decenas más de citas de las Escrituras que dejan ver en claro el gravísimo error de Mr. Welby y de muchos otros líderes ‘cristianos’ más, quienes están más alineados con la perversa agenda LGBTIQ+ que con la Biblia.
Ahora veamos qué significa fornicación: Relación sexual voluntaria entre personas no casadas. Fornicación en el Nuevo Testamento, viene del griego ‘porneía’; que significa: prostitución (incluyendo adulterio, incesto, entre otros). Viene del verbo fornicar, que en griego significa ‘porneúo’, acción de prostituirse, dar indulgencia a la lujuria indebida; de la raíz griega ‘pórne’, ramera o prostituta. Mientras que fornicario viene del griego ‘pórnos’; venderse o prostituirse. ¿Le suenan conocidas estas palabras en griego y su aplicación al español?
Parafraseando el muy sabio proverbio popular que expresa: «mona, aunque la vistan de seda, mona se queda», podemos afirmar nosotros: «fornicación, aunque la vistan de seda, fornicación se queda»; y por mucho que los líderes ‘cristianos’ modernos traten de justificarla, siempre -mientras que el mundo actual permanezca-, seguirá siendo PECADO, porque Dios así lo dijo; recordemos que el «cielo y tierra pasarán, pero su Palabra no pasará».
No nos dejemos engañar por las posturas e interpretaciones modernas acerca de la fornicación, porque la Biblia no ‘evoluciona’ como afirma Mr. Welby, la Palabra de Dios viene de la eternidad y será eterna, jamás pasará. Pasarán los perversos y libertinos sexuales, el resto de la humanidad y toda la creación actual, «pero su Palabra no pasará jamás».
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - No existe ‘fornicación permitida’, Mr. Welby