Las tinieblas avanzan a su derrota final

Son tantos los que caminan en tinieblas que parece que no exista la luz; pero el reino del Señor es eterno mientras que el de las tinieblas tiene sus días contados.

    25 DE ABRIL DE 2021 · 08:00

    Denny Müller, Unsplash,bosque oscuro, sol
    Denny Müller, Unsplash

    Desde siempre ha habido maldad sobre la tierra, a partir de la caída del hombre en el Edén las tinieblas se abren paso sobre este cada día más agobiante mundo; solo que mediante avanzan los tiempos y el cumplimiento bíblico se hace más real vemos cómo la maldad avanza entenebreciendo todo a su paso ante la mirada complaciente de una humanidad que ve con ojos de tolerancia todo aquello que en el pasado era vergonzoso, inmoral y perverso.

    Pareciera que el desafiante avance de la maldad no encontrara freno por parte de lo bueno, lo correcto y justo. Esta amenaza con cubrirlo todo ha hecho poco visible el accionar de la verdad y la justicia en el mundo; pero desde siempre también Dios ha hecho lo propio con el hombre, solo que el maligno fuerza, oprime, subyuga, posee y mata; mientras que el Señor espera que sus seguidores, aquellos que lo aman y alaban lo hagan voluntariamente, he ahí la abismal diferencia. El suyo es un reino de amor, gracia y misericordia que camina opuestamente al de las tinieblas.

    Ya Jesús nos lo había advertido: «Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan» (Mateo 7:13-14).

    Son tantos y tan estruendosos los que caminan en las tinieblas que hacen parecer como que no existiera la luz y el amor; pero el reino del Señor es eterno mientras que el de las tinieblas tiene sus días contados. Uno busca la paz, la salvación y el bienestar de las personas; el otro hurta, mata y destruye a diestra y siniestra.

    El gran apóstol del amor escribió: «Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el maligno» (1ª Juan 5:19); haciendo una marcada distinción entre un reino y otro. Mientras que el mundo camina bajo el dominio del maligno, Satanás, el reino de los cielos tiene otra jurisdicción: la eternidad, y no se aferra a este mundo para nada. Ya el Señor se lo había dicho a Pilato: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos. Ahora, pues, mi reino no es de aquí» (Juan 18:36).

    La despiadada persecución del maligno contra los que pertenecen a Dios ha sido desde que el malvado Caín asesinó a su inocente hermano Abel hasta nuestros días. Mediante avanzan las tinieblas avanza con ella la persecución contra quienes confiesan el nombre de Jesús y pertenecen a su reino, quienes van como ovejas al matadero del martirio sin oponer resistencia, porque saben que ‘su reino no es de este mundo’ y que no hay mayor ganancia que pasar de esta tierra de sufrimientos al reino eterno de gozo y paz.

    Mientras las tinieblas avanzan la luz de la salvación brilla más fuerte y cientos de miles la abrazan, pero como es por conversión voluntaria hace menos ruido que la vileza del mundo caído que sí tiene ‘buena publicidad’, porque «el mundo entero está bajo el maligno», incluidos sus medios de comunicación, redes sociales y el entretenimiento en general. Sin embargo, le queda muy poco ya, por eso «el diablo ha descendido a ustedes y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo» (Apocalipsis 12:12).

    El único contrapeso a esta tenebrosa tendencia mundial es el accionar de la Iglesia y las tinieblas lo saben muy bien, por eso los crecientes ataques contra la sal y luz del Señor en esta tierra. Queda poco tiempo para el arrebatamiento, razón por la cual urge una unificación de criterios y un trabajo mancomunado entre los cristianos del mundo que haga contrapeso a la maldad y la perdicción. Dios hará lo suyo antes del regreso de Cristo por su Iglesia, pero Él trabaja a través de su pueblo, que a pesar de la persecución y el martirio hará la voluntad del Padre de llenar la tierra con la Palabra de Dios muy a pesar de la creciente oposición.

    Estamos en la hora de las tinieblas como lo afirmó Jesucristo antes de ser crucificado (Lucas 22:53). Las tinieblas están permeando todo el mundo, pero al igual que en los tiempos apostólicos prevalecerá la luz sobre las tinieblas, aunque el sistema diabólico del mundo quiera opacar el mover sobrenatural de Dios a través de la Iglesia; sin embargo, no la podrá detener porque es permanentemente victoriosa, y aunque sea crucificada por el mundo, resucitará al tercer día en victoria tal y como lo hizo Cristo; «y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» (1ª Juan 5:4b-5).

    Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - Las tinieblas avanzan a su derrota final

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