El peor error

El error es engaño, porque la inmensa mayoría de quienes incurren en él piensan que están haciendo bien las cosas.

18 DE ABRIL DE 2021 · 08:00

Creativ 94, Unsplash,cristal roto
Creativ 94, Unsplash

“Errar es de humanos”, dice un proverbio popular. Hay errores que se enmiendan, pero hay otros que son muy graves y con repercusiones eternas. Error, según el diccionario, es «un concepto equivocado o juicio falso. Acción desacertada o equivocada. Cosa hecha erradamente». Pero su significado en la Biblia (del griego ‘plane’), es «abandono del camino recto, tanto doctrinal como moral», también es traducido como «extravío» y «fraude»; es decir, que la Palabra de Dios le da un más amplio significado al error, y es sobre eso que deseamos ahondar.

Hay errores de errores, pero hay uno que catalogamos como el peor error: el desconocimiento de la Palabra de Dios.

De todos los errores que los humanos podamos llegar a cometer, el de ignorar las Sagradas Escrituras es el peor de todos, pues es en la Biblia que está contenido lo más importante que podamos y debamos conocer, ahí se nos habla de la verdad eterna.

¿Por qué es el peor error? Porque el desconocer las Escrituras nos lleva a una eternidad sin Cristo. El Señor explica: «ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí! Pero ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida» (Juan 5:39-40). Esa es la triste realidad de gran parte de la humanidad: desconocer lo que puede salvar sus almas de la eterna condenación.

Otros errores que tienen que ver con el peor error, es vivir una vida inmoral y plagada de pecado sin pensar en las consecuencias que eso les traerá en la eternidad. Al respecto Pablo escribió: «¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios» (1ª Corintios 6:9-10).

El error es una especie de engaño, porque la inmensa mayoría de quienes incurren en él se autoengañan pensando que están haciendo bien las cosas. La traducción RVR60 escribe «error», mientras que otras versiones de la Biblia escriben «engaño»; precisamente porque el error es un engaño a la luz de la revelación bíblica.

El error de ignorar fue cometido en muchas ocasiones por el pueblo de Dios, Israel cometió un grave error al desconocer las Escrituras que le trajo destrucción; de ello da cuenta el profeta Oseas (4:6) al afirmar de parte de Dios: «Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento». El precio de ese error fue elevado, porque el Señor sentenció: «Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé del sacerdocio; puesto que te olvidaste de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos»; fueron desechados ellos y sus hijos.

Ha habido muchos pueblos errantes a lo largo de la historia por la ignorancia de las Escrituras. Generaciones y civilizaciones enteras se perdieron por cometer el grave error de ignorar o despreciar el consejo de Dios plasmado en la Biblia.

El Señor Jesús nos proveyó la manera de guardarnos del error y las artimañas de este: los ministerios que lideran en la iglesia, quienes «perfeccionan a los santos» y «edifican el cuerpo de Cristo», según Efesios 4; «para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error...». De hecho, una artimaña es una ‘trampa engañosa’, donde el error es el producto del engaño.

Seamos como los judíos de Berea quienes «esa misma noche, los hermanos enviaron a Pablo y Silas hasta Berea. Y cuando estos llegaron allá, entraron en la sinagoga de los judíos. Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con mucha atención, y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era cierto lo que se les anunciaba» (Hechos 17:10-11). No cometieron el error de muchos como es el de desconocer y rechazar las Sagradas Escrituras que pueden salvar sus almas.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - El peor error