Una respuesta al discurso de Milei
El presidente en su discurso incurre en "errores graves" al plantear que "el Estado, en sí mismo, representa al maligno".
Agencias · 08 DE JULIO DE 2025 · 08:00

Las declaraciones del presidente en la inauguración del templo “Portal del Cielo” ha generado (entre otras) la respuesta de un destacado líder evangélico y político de Santa Fe, Walter Ghione, que además es diputado provincial y uno de los principales aliados del gobernador Maximiliano Pullaro.
El pastor y presidente del partido Una Nueva Oportunidad -UNO- advirtió que Milei en su discurso incurre en "errores graves" al plantear que "el Estado, en sí mismo, representa al maligno".
"Esa idea contradice no solo la historia bíblica, sino también la teología cristiana. El Estado no es una entidad moral por sí misma: es inerte, y su carácter depende de quiénes lo gobiernan y con qué principios lo hacen", señaló y agregó que en Romanos 13:1 dice que "toda autoridad proviene de Dios, aunque pueda ser mal usada cuando quienes la ejercen se alejan de Él".
Sin embargo reconoció que hay muchas coincidencias entre los evangélicos y el presidente, destacando que: “Muchas de las observaciones de Milei sobre los peligros de la filosofía socialista tienen fundamentos ciertos, especialmente cuando se señalan aspectos que contradicen los valores judeocristianos".
En este sentido Ghione explicó que "el socialismo promueve la negación de Dios, la disolución de la familia natural, el colectivismo extremo o el relativismo moral", dijo el diputado que comparte el bloque oficialista de Unidos que nuclea a diez partidos, entre ellos el Socialista.
Sin embargo, añadió, "Tampoco es acertado asociar automáticamente el capitalismo con la voluntad divina. Éste, como cualquier sistema humano, puede ser instrumento de bendición o de destrucción, según el corazón de quienes lo implementan", cuestionó Ghione.
Por otro lado el pastor le recordó a Milei que la "Justicia Social" no tiene origen marxista sino cristiana, aunque luego fue "ideologizada": "Era un modelo de justicia que no condenaba la riqueza, pero sí la acumulación egoísta y la opresión al débil".
"Por eso, reducir la justicia social a "envidia con retórica" es una simplificación peligrosa. La verdadera justicia social no se trata de robarle a unos para darle a otros, sino de crear condiciones donde la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad sean respetados como dones de Dios", completó Ghione.
"Si hablamos de herencia judeocristiana, no podemos ignorar la Ley de Moisés, que regulaba la fe, la economía, la justicia social y el trato al pobre. Promovía el rebusco, el jubileo, la condonación de deudas, la prohibición de intereses, y la generosidad activa".
"Jesús no vino a imponer un sistema político, sino a transformar los corazones. Los valores del Sermón del Monte (mansedumbre, misericordia, justicia, pureza de corazón) no se imponen por decreto ni por gritos, sino que brotan de la convicción interna. Si no hay un corazón rendido a Dios, todo lo demás son formas vacías", sostuvo.
Por último, el pastor se refirió a la mala utilización de la fe y realizó un llamado a la unidad: "debemos cuidar que el debate político no se convierta en un instrumento de división entre hermanos. Usar la fe como arma contra otros es traicionar el Evangelio". Y envió un mensaje claro: "La batalla cultural no se libra con prepotencia, sino con verdad, compasión y testimonio. Como Isaac ante la envidia de los filisteos, abramos pozos de reconciliación, no trincheras ideológicas".
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