Todo lo que hacemos comunica alguna cosa. Incluso, suele ocurrir que, si no hacemos nada, algo también estamos comunicando. La comunicación en sí misma no es buena ni mala. Es solo signo de que existimos… Pero suele ocurrir que mucho de nuestra comunicación revela lo que tenemos dentro del corazón.

Sí, la comunicación expresa lo que realmente somos. Por eso mismo, todos tenemos que realizar un autoanálisis referente a nosotros mismos, en el caso de los creyentes deberíamos orar, como lo hizo el salmista: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis ansiedades. Fíjate si voy por un camino que te ofende  y guíame por el camino eterno.

Al texto de Juan 10 no se le identifica con el género de la parábola, sino más bien como una alegoría (en griego paroimia) (ver 10.6). NVI lo traduce como “ejemplo”, y otros como comparación, ilustración, lenguaje figurado.

Ya lo había dicho en el comentario anterior, no quiero centrarme en el tema de los pastores de iglesias. Todos y todas somos en cierto sentido pastores.

El texto de Juan evidencia claramente que aquí hay una representación de los pastores o líderes religiosos del pueblo judío vs. Jesús; pero no queremos utilizar este texto como una bajada de caña hacia los pastores de iglesia de la actualidad.

Y entiéndame bien, no es que no haya malos pastores de iglesia; pero creo que en muchos ambientes se utilizan estos textos (conjuntamente con Ezequiel 34, Jeremías 23 y otros), para atacar a un pastor que no le cae bien a alguien, o bien que piensa diferente referente a alguna doctrina preferida de alguna persona.

He visto a pastores de iglesias que fueron muy maltratados por cualquier tontería, especialmente de parte de los que ostentan algún tipo de poder, y estos pastores maltratados muchas veces sufrieron todo tipo de injurias, por parte de gente presuntuosa, que utilizaban estos textos, y los leían en el juicio de expulsión con cara de “santidad” y “espiritualidad”.

Lo que Jesús esta hablando se refiere a cuestiones mucho más graves que el gusto por tal o cual estilo de música. Lo que Jesús está diciendo no tiene que ver con la corriente escatológica que tenga el pastor. Y podemos seguir hasta el infinito, enumerando cosas porqué en la historia de la iglesia muchos buenos pastores fueron expulsados del rol de pastor de iglesia. 

Tanto en el mundo de iglesias congregacionalistas, como también en iglesias de gobierno episcopal o presbiteriano, se han hecho gran daño a muchos pastores, a veces por tonterías, por estupideces.

Los malos pastores

Entonces, ¿de qué tipo de pastores está hablando Jesús aquí? Voy a enumerar, sin hacer una lista taxativa.

• Pastores que maltratan a las ovejas

Se puede ver claramente, por el contexto, la forma como los líderes religiosos maltrataron al ex ciego, que había sido curado por Jesús en sábado. Le acorralaron, le insultaron y le expulsaron.

Aquí podríamos hablar no de pastores de iglesias, sino de los centros de poder eclesiales. A veces ocurre que todo el poder lo tiene un pastor, o el día de hoy, “apóstoles”, o “profetas”. Cualquier puesto religioso que no tenga el propósito de cuidar amorosamente a las ovejas puede ser contundentemente señalado como impostor o falso pastor.

Un signo de que algo está mal, es cuando un líder pierde los estribos y empieza a maltratar a las personas. Esto no solo se refiere a una sola persona. Pueden ser varias, un grupo de personas con poder, incluso puede ser una multitud de personas, como la que gritaba contra Jesús, “crucifícale, crucifícale”

• Ladrones y salteadores

Este es un punto muy serio, en el que debemos pensar. El tema aquí tiene que ver mayormente con sistemas de corrupción institucionalizados que toman ventaja para sumar riquezas materiales, como también otros tipos de ventajas. Cualquiera que se aprovecha de las personas, de la forma que sea, a cambio de dinero ingresa a esta categoría de falsos pastores.

El ladrón roba simplemente, pero el salteador utiliza la violencia. Y es más peligroso una gavilla o grupo de salteadores; una asociación criminal…

No me preocupan tanto los ladrones solitarios que entran en las casas a robar una escoba, o algún foco. Me preocupan las gavillas organizadas, donde todo está fríamente calculado para delinquir, y obtener grandes botines.

No es lo mismo que un pastor meta la mano en la bolsa (aunque esto también es muy malo), pero lo verdaderamente preocupante es que un grupo de gente organizada maneje un sistema para quitar dinero a la gente en nombre de Dios.

Rechazo las “maratones” de recaudación de algunas instituciones, y también me molesta cuando se dedica media hora o cuarenta minutos al tema de la perorata antes de juntar las ofrendas.

Y esto puede ser en cualquier área. Existen grupos de comerciantes que utilizan estrategias para que suba artificialmente el precio de algún producto. Recuerdo con la pandemia el precio inicial de un tapabocas, con el precio que tiene actualmente. Este tipo de cosas resulta más preocupante cuando tiene que ver con alguna cuestión de fe, como en algunas iglesias de moda, venden el agua del río Jordán embotellada, la arena del desierto, el aceite de esto, o cualquier otra tontería, prometiendo tal o tal cosa.

Por supuesto que no está mal que las iglesias tengan cuentas bancarias, y que la gente pueda depositar sus donativos durante los cultos, pero esto debiera darse sin ningún tipo de manipulación.

Siento un tremendo dolor, y hasta enojo, cuando veo que alguien está presionando a las personas para quitarles dinero, y me pregunto cómo es que les sale tan naturalmente. A veces tengo que apagar el canal cristiano de TV, porque me resulta completamente nauseabunda la metodología que utilizan para recaudar.

Ya hablé demasiado de esto, pasemos a otro punto.

• El extraño

Pienso que este es un punto muy interesante. La voz del extraño despierta alarma. Esto simplemente me dice que un verdadero pastor, se comunica correctamente con las ovejas. Hay una conexión entre el pastor y las ovejas. Me gusta mucho ver matrimonios que se entienden tanto, se conocen la voz, y hasta lo que piensan. Lo mismo, es muy interesante ver familias donde el papá o la mamá tienen una comunicación maravillosa con los hijos. Y así mismo, cuando ocurre esto en las iglesias.

Uno podría seguir y seguir hablando de esto, pero creo que la ilustración que utiliza Juan es impresionante. En algunos lugares de Israel, pasaba que dos pastores con sus ovejas se cruzaban, y lo notable era que las ovejas no terminaban siguiendo al pastor equivocado. Qué importante es que exista una comunicación clara y recíproca entre los líderes, ya sean de la iglesia, en la familia, o en el trabajo.

Me resulta demasiado interesante que tanta gente no perciba hoy en día a los políticos como a extraños. Realmente los políticos de mi país me tienen harto, y me gustaría tanto que estén personas más identificadas realmente con el pueblo. Pero lastimosamente, todos son unos extraños.

• Finalmente: el asalariado

Aquí, esto es diferente que el salteador. El asalariado es una persona que está solo por un sueldo, que en realidad no le importa si las ovejas están bien, o están mal. Están allí solamente para recibir a fin de mes su sueldo. Qué triste esto. Para el Señor es tan malo como robar, estar allí sin sentir genuino interés por el bienestar de las ovejas.

Y aquí ya no se trata de una gavilla de ladrones, sino de una persona a quién no le importa realmente lo que pasa, y que cualquier cosa que ocurra le da lo mismo, sea bueno, o sea malo. No es lo mismo que un lobo ataque a las ovejas a que a un pastor no le importa que las ovejas sean atacadas por un lobo.

Me gusta mucho aquí la autodescripción de David como pastor: David respondió: A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y, si el animal me ataca, lo agarro por la melena y lo sigo golpeando hasta matarlo. Si este siervo suyo ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo incircunciso, porque está desafiando al ejército del Dios viviente. El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará de la mano de ese filisteo. (1 Samuel 17.34-3)

Finalizando hoy

No pensaba hacerlo de esta manera, pero creo que la semana que viene volveremos a las características del verdadero pastor, porque se me hizo largo describiendo a los falsos pastores. Y nuevamente, no creo que se refiera todo esto al pastor de iglesia. Pienso que hoy en día existen organizaciones mafiosas, que están al mando de muchas estructuras cristianas.

Pero en vez de mirar al pastor de su iglesia, piense en usted mismo. ¿El texto de hoy identifica algo referente a mi persona? Pídale a Dios que cambie su corazón, para dejar de ser un pastor extraño, o un ladrón sinvergüenza, o tal vez simplemente un asalariado.