Jn 4.43-54 Jesús, palabra de vida

Con esta historia que analizaremos hoy se cierra la porción donde Juan el evangelista presenta a Jesús como el Salvador del mundo.

A partir de aquí hasta el final del capítulo 12 Juan usa el trasfondo de las fiestas judías para revelarnos los detalles del conflicto entre Jesús y las autoridades religiosas; referente al verdadero sentido y propósito de las mismas.

Se tratarán las prácticas referentes al:

1. Sábado (cap. 5)
2. La Pascua (caps. 6 y 12)
3. Tabernáculos – Dedicación (7-12)

Slade* señala que en cada caso Juan nos describe un Jesús que representa, a la vez, el verdadero propósito y el cumplimiento de lo que las fiestas tradicionales simbolizaban. El mensaje de toda la sección es que Jesús es la verdadera fuente de vida (y no más el sistema religioso judío). Este tema aparece en la pequeña introducción que Juan nos ofrece en 4. 43-54. Así como la primera señal en Caná (2.1-12) sirve para introducir al tema de 2.1 – 4.42, esta segunda señal en Caná sirve para introducir al tema de 4.43 – 12.50 (pág. 117).

Esta breve historia sirve como bisagra literaria que une lo anterior: Jesús como Salvador del mundo (1.1 – 4.42)

Con lo que sigue: Jesús como fuente de vida (4.43 – 12.50)

Solo adelantándonos, la última sección de Juan será: La hora del Mesías (13.1 – 20.31)

Vemos ahora que Jesús vuelve a Caná de Galilea, allí donde realizó su primer milagro, y aparece un funcionario real. Este milagro que ocurrirá presenta una especie de mapa cartográfico de cómo se desarrollará la misión de Jesús, y luego la de la iglesia de los apóstoles.

Judíos – luego los samaritanos – luego los gentiles. Hechos 1. 8 lo describe muy bien: Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Algunos comentaristas sugieren que esta historia del hijo del funcionario real, podría ser la misma que el hijo del centurión (Mt. 8. 5-13 y Lc. 7. 1-10) pero hay indicios de que lo más probable es que sean historias diferentes. El funcionario del rey Herodes Antipas vivía en Capernaúm, a unos 25 km. de Caná de Galilea.

Aquí vemos que los hechos de Jesús se iban comentando por toda la región rápidamente. Y lo notable es ver a un gentil, que solo por escuchar algo referente a Jesús, puso su confianza en él posiblemente sin que nunca lo haya visto anteriormente.

El hijo del funcionario real estaba muy enfermo, a punto de morir. Jesús aprovecha para contrastar la actitud de los judíos con la de este hombre pagano, y les dice: Ustedes nunca van a creer si no ven señales y prodigios (v. 48).

Es interesante que Juan usa la palabra creer por parte del funcionario, en el v. 50 cuando Jesús le dice que regrese tranquilo a su casa, que su hijo estaría bien.

El funcionario “creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino”.

Aunque el texto no lo indica explícitamente, pareciera que el hombre se toma su tiempo para volver a su casa, tranquilo, ya que pasan más de 24 horas del momento cuando Jesús habla con él. Si fueran 25 kilómetros, podría haberlo hecho en unas pocas horas.

Finalizando el relato Juan dice en el v. 53, que creyó él funcionario con toda su familia.

Algo que es interesante notar en el estudio de hoy es que:

1. Los samaritanos creyeron en Jesús, no por lo que les dijo otra persona, sino porque ellos mismos le oyeron hablar de cosas nunca jamás oídas.
2. Los galileos creyeron en Jesús, no por lo que les dijera otra persona acerca de él, sino porque le vieron hacer en Jerusalén cosas que no se habían visto en la vida.
3. Pero este funcionario del rey posiblemente creyó sin haber visto nunca a Jesús. Quizá alguna vez escuchó hablar de Jesús. Pero tal vez nunca había ingresado a una sinagoga ni tampoco leído ni escuchado sobre las profecías de las Escrituras referente al Mesías.

Pienso que el énfasis del texto es el valor que Jesús le da a los que sin ver señales ni prodigios creían en él. Si bien, en la actualidad Dios obra prodigios y milagros, debería ser notorio cómo el Mensaje llega a la vida de personas que ponen su confianza en Jesús sin exigir alguna prueba, o algo sobrenatural, antes de creer.

También esta historia nos hace recordar que Jesús interviene en nuestras vidas, en días concretos, en momentos concretos. A veces podemos llegar a recordar incluso la hora. El funcionario preguntó a qué hora empezó a sentirse mejor su hijo, y se dio cuenta al instante, que el chico se sanó exactamente a la hora en que Jesús le dijo “Tu hijo vive” (como a la 1 de la tarde).

No siempre recordaremos el día y la hora a la que sucedió nuestra conversión. Pero creo que es muy bueno llevar en cuenta, las cosas maravillosas que Dios hace en nuestras vidas. En mi caso personal llevé por muchos años un diario anotando todo lo más relevante que ocurría en mi vida. A veces uno vuelve a encontrarse con una palabra o promesa del Señor que se cumplió, y esto puede fortalecernos y también fortalecer a otros en momentos difíciles

Es impactante el efecto multiplicador del creer del funcionario. El texto habla de la familia que creyó; pero es posible que el mensaje de esperanza haya llegado a otros funcionarios del rey, y porqué no al propio rey. No lo sabemos, y tampoco importa, porque lo importante de la historia no es cuánto dinero ganaba el funcionario, sino lo que Jesús hizo en su vida.

Terminaré aquí, pero el evangelio de Juan recién está comenzando.

Bendiciones, y ¡hasta la próxima!

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* Slade, Stan (2006) Comentario Bíblico Iberoamericano. Evangelio de Juan. Ediciones Kairós.