Por nada estéis afanosos,

sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios

en toda oración y ruego, con acción de gracias (Fil. 4:6).

Devocional:

Ha sido una jornada emocionante. Miles de personas realizando el ayuno con Jesús; unos de un modo, otros de diferente manera; completo, parcial, intermitente. Pero todos buscando a Dios con oración y ayuno.

Por tanto, es propio que cerremos este tiempo de clamor con acción de gracias. Sea quitado todo afán de nuestros corazones y toda preocupación dejada de lado.

Sin distracciones que eso son los afanes, distractores que estorban el propósito de Dios en nuestras vidas. En su lugar hemos orado intensamente por 21 días haciendo del conocimiento divino nuestras peticiones. ¡Y vaya que pedimos!

Trajimos nuestras cargas y problemas, las angustias y necesidades; pero también, los anhelos y los sueños, las metas y los amados; todo, delante de Dios.

Ahí están, delante de Dios. De manera que es imposible que no haya respuesta. No fueron puestas delante de los hombres para ser olvidadas ni siquiera delante de los ángeles para ser ignoradas; fueron puestas delante de Dios para ser contestadas; frente a su amor para ser respondidas; y en sus manos para ser realizadas.

Descansa.

Disfruta.

Milagros vienen en camino.

Resta que seamos agradecidos. No solo en intención, sino con acción de gracias. De manera activa, con obras prácticas, medibles, palpables. Que nuestro agradecimiento ante la bondad de Dios sea visible. Amemos, sirvamos, brindemos bendición. Hagamos tanto bien a cuantos sea posible en todo lo realizable. Esforcémonos en mostrarle a Dios nuestro agradecimiento con acciones concretas hacia Él, su iglesia y el prójimo. Cerremos bien el ayuno con acción de gracias.

El propósito del ayuno en este día:

Ser agradecidos con Dios por habernos escuchado y respondido; así como expectantes por todo el bien que viene en camino.

Oramos:

Amante Padre, Tú eres bueno. Gracias por atender nuestras oraciones a lo largo de estos días en los cuales nos unimos para buscarte con ayunos y oraciones. Estamos seguros que grandes y maravillosas cosas están sucediéndonos y por suceder. Tu bondad rebasa en mucho nuestro pedir. Conocerte es el cielo. Gracias por Jesucristo nuestro Señor. Amén.