Distancia social, no afectiva
No lo olvides: se trata de evitar el contagio de un virus, no aislarte y quedarse solo.
25 DE MAYO DE 2020 · 11:00

Cada uno sobrelleva la cuarentena de forma diferente.
Unos, más resistentes e inteligentes emocionales, aprovechan la circunstancia para crear nuevas formas de comunicación afectiva y mantenerse felices-
Otros son, digamos, menos felices.
Aquellos que descargan la tensión generando conflictos y los hay también, quienes se deprimen y se aíslan aún más.
Pero no lo olvides: se trata de distancia social para evitar el contagio de un virus; y no distancia afectiva para quedarse solo.
Llama, habla, comunícate.
Si sientes que estás molestándote, sé inteligente y piensa que perderás lo más, sólo por desahogarte.
Si el sentimiento es de tristeza, piénsalo bien: la lástima no atrae a nadie. Busca tú a los demás.
Se trata de distancia social y no de distancia afectiva.
Únicamente tú eres responsable de tu salud física y emocional; ¿por qué habrías de añadirle a la cuarentena una mala actitud?
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Palabra viva - Distancia social, no afectiva