La inteligencia francesa avisa que la yihad tiene a los cristianos como diana principal

En una nota reciente de la Dirección General de la Seguridad Interior de Francia (DGSI) afirma que los cristianos son el blanco prioritario del terrorismo islámico. La DGSI es el principal servicio de inteligencia del país. La nota enfatiza que la “diana cristiana” o el “objetivo cristiano” se mantienen como punto central de la ideología terrorista yihadista.

También revelan que en los medios yihadistas al invitar a sus partidarios a atacar los cristianos difunden toda una estrategia para perpetrar estos ataques, tanto a iglesias como a fieles, líderes, reuniones e incluso de forma más amplia a cualquier símbolo del cristianismo.

Según la DGSI, los grupos islamistas radicales buscan avivar el sentimiento anticristiano en Occidente mediante una propaganda que se centra en un discurso “anti-cruzadas” que combina reaccionar ante supuestas políticas islamófobas, referencias a las Cruzadas, el colonialismo y recientes intervenciones militares de Occidente en países como Afganistán, Irak, Mali o Siria, presentando al islam como una víctima.

Esto supone una amenaza que va más allá de actos impulsivos o ataques de “lobos solitarios”, convirtiéndose en una campaña estructurada dirigida a objetivos concretos.

La DGSI subraya que este tipo de propaganda ha influido en numerosos atentados contra comunidades cristianas en Europa y otras regiones durante los últimos treinta años. Un caso típico de cómo se ha seguido esta estrategia es son los cinco muertos del mercado de navidad de Estrasburgo en el 2018, o más recientemente el asesinato el pasado septiembre de un iraquí que había escapado de su país y había abrazado la fe en Jesús como cristiano evangélico: Ashur Sarnaya, de 45 años y en silla de ruedas, que fue asesinado mientras hablaba del Evangelio en directo en sus redes sociales.

En la última década, Francia ha sufrido cerca de 70 ataques islamistas —19 de ellos mortales— y ha logrado frustrar al menos 80 complots adicionales. Paralelamente, un informe del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC) señala que Francia registró el mayor número de ataques anticristianos del continente en el último año, con un porcentaje “desproporcionadamente alto” de incidentes vinculados a un trasfondo islamista.

Mientras tanto, las autoridades francesas refuerzan discretamente la vigilancia: se prevén más patrullajes armados, especialmente durante festividades religiosas, y una mayor cautela en sus comunicados oficiales. La filtración del informe deja claro que la amenaza ya no es teórica, sino operativa y persistente, mientras que la clase política europea se muestra reacia a abordar abiertamente el tema por temor a ser acusados de intolerancia u hostigamiento con los musulmanes.