La Dra. Livia Tossici -Bolt, de 64 años de edad, fue condenada por ofrecer una conversación consensuada en la denominada “zona de contención” cercana a un centro de abortos en Bournemouth, Inglaterra.

La jueza del distritosentenció que la acusada permaneciera en libertad condicional y le ordenó pagar costes judiciales por 20.000 libras esterlinas (unos 26.000 dólares), que deberán abonarse en su totalidad antes del 31 de mayo de 2025.

La científica y médica jubilada, originaria de Italia, sostenía un cartel que decía “Estoy aquí para hablar, si quieres” cerca de las mencionadas instalaciones.

La organización defensora de los derechos humanos, ADF Internacional, explicó que mientras Livia sostenía el letrero, varias personas se acercaron a ella para conversar sobre diversos problemas que enfrentaban en sus vidas.

La sentencia

La acusada fue procesada por incumplir una Orden de Protección de Espacios Públicos (PSPO), que establecía una zona de contención alrededor del centro de abortos, prohibiendo el acoso, la intimidación y cualquier acto de aprobación o desaprobación en relación con los servicios de aborto.

ADF señala que a pesar de determinar que el cartel no hacía referencia al embarazo, el aborto ni a asuntos religiosos, y de escuchar el testimonio de un funcionario del ayuntamiento, quien afirmó no haberla visto intimidar ni acosar a nadie, la autoridad judicial dictaminó que los funcionarios de la municipalidad tenían motivos fundados para creer que ella estaba infringiendo la PSPO.

"…Carece de comprensión de que su presencia podría tener un efecto perjudicial en las mujeres que asisten a la clínica, sus asociados, el personal y los miembros del público", comentó la jueza de distrito Orla Austin al Tribunal de Magistrados de Poole según CNN.

Además, agregó que “si bien se acepta que este acusado tenía opiniones pro vida, es importante señalar que este caso no trata sobre lo correcto y lo incorrecto del aborto, sino sobre si el acusado violó la PSPO (Orden de Protección de Espacios Públicos)”.

ADF Internacional por su parte, resaltó que la motivación para salir a la calle con un cartel que ofreciera conversación surgió tras el confinamiento, cuando la interacción social estaba restringida.

Añadieron que la acusada, al ver la tendencia de la gente que ofrecía "abrazos gratis" y otras formas de interacción en la calle, también se sumó a esta ola de contacto con otras personas.

Reiteraron que la sexagenaria ha tenido innumerables interacciones positivas con varios grupos de personas que se han detenido a hablar con ella sobre temas que son importantes para ellos, incluidos estudiantes que hablaron sobre sus estudios y padres que conversaron sobre sus hijos.

Según la organización, la autoridad que dictó ese veredicto es el misma que en octubre de 2024 declaró culpable  a Adam Smith-Connor por orar en silencio en una “zona de amortiguación”

“No tiene nada de malo ofrecerse a hablar con personas necesitadas. No tiene nada de malo que dos adultos conversen consensualmente en la calle. No debería ser tratado como un delincuente solo por esto” comentó en su momento Livia Tossici -Bolt.

Reacciones

El caso Tossici-Bolt atrajo la atención de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, un despacho dentro del Departamento de Estado de EE. UU., que dijo estar "preocupado por la libertad de expresión en el Reino Unido".

Luego, en una publicación en X, afirmó que estaba "decepcionado" por el fallo. "La libertad de expresión debe ser protegida para todos", afirmó.

Anteriormente, el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, ha criticado las políticas del Reino Unido. Durante un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero, Vance citó el ejemplo mencionado anteriormente sobre Adam Smith. “Me temo que en Gran Bretaña y en toda Europa la libertad de expresión está en retroceso”, dijo en esa conferencia.

Recientemente, el diputado conservador en Reino Unido y ex ministro Sir Edward Leigh dijo sobre el caso de Livia: “La libertad de pensamiento y la libertad de expresión son la base de una sociedad libre. Es una locura que un jubilado se enfrente a un juicio por invitar a la gente a una charla inofensiva. Nadie debería ser delincuente solo por ofrecerse pacíficamente a hablar con la gente en un espacio público”.