El sargento mayor Urija Bayer, de 20 años, perteneciente a la unidad de fuerzas especiales Maglan de la brigada Nahal, falleció tras ser herido en un enfrentamiento en el sur de la Franja de Gaza el pasado 14 de diciembre, según informa la Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Nacido en Ma’alot-Tarshiha, Bayer era un cristiano evangélico de origen alemán. Tomó la decisión voluntaria de unirse al ejército israelí, reveló un compañero evangélico (también voluntario de las FDI). “Era un buen soldado, dedicado a la defensa de Israel. También era una buena persona, siempre sonriente”, añadió.

Urija y sus cuatro hermanos -Rachel, Odelia, Zuriel y Eliaw- nacieron en Israel. A pesar de ser “gentiles”, todos se ofrecieron como voluntarios para servir en las FDI en roles de combate. Dos de ellos actualmente están desplegados en Gaza.

Para algunos cristianos alemanes, como la familia Bayer, servir en el ejército de Israel supone no sólo un compromiso por el país que aman, sino también representa una forma de redimir los pecados de la Shoah u Holocausto nazi. La familia Bayer fue testigo de las atrocidades cometidas por Alemania contra el pueblo judío, y buscó hacer el bien en Israel. “Hay una relación especial entre nuestra familia y el pueblo judío”, mencionó el padre de Buehler.

Juergen Buehler, presidente de la Embajada Cristiana Internacional en Jerusalén, destacó que hay cerca de 100 voluntarios cristianos evangélicos en el ejército israelí, incluidos dos de sus hijos. “La mayoría nació y creció aquí, en Israel. Este país es su hogar”, explicó Buehler. “Fueron criados en hogares sionistas y creen firmemente en la causa del Estado de Israel.”

Una familia alemana que ama a Israel

Urija Bayer era hijo de Nelli y Gideon Bayer, directores de Zedakah, una organización benéfica germano-cristiana, que creció en un ambiente marcado por el compromiso y la solidaridad con el pueblo judío. Zedakah se encarga de la gestión de Bet Eliezer, una residencia para supervivientes del Holocausto en Ma’alot.

Los abuelos de Bayer, Hans y Crystal se establecieron en Israel a finales de los años 60, abriendo la casa de huéspedes Beth El en Shavei Zion, que brindaba alojamiento gratuito a supervivientes del Holocausto y sus familias.