El Senado mexicano fue escenario este pasado miércoles del sacrificio de una gallina para un ritual en ofrenda de Tlaloc, el dios prehispánico de la lluvia, en una ceremonia promovida por un senador oficialista, blanco de una ola de críticas.

La ceremonia fue promovida por el senador Adolfo Gómez, del partido oficialista Morena, y convocada en las redes institucionales del Senado.

La inédita escena fue transmitida en las redes sociales oficiales del Legislativo, interrumpiéndose momentos después de que uno de los participantes, con el tronar de tambores de fondo, degollara a la gallina recogiendo su sangre en una vasija para ofrendársela a Tlaloc.

Por la tarde, la mesa directiva de la cámara, controlada por el oficialismo, se deslindó de los hechos y dijo que eran responsabilidad individual de Gómez. “El Legislativo "no respalda de ninguna manera los hechos acontecidos y tomará las medidas disciplinarias pertinentes con el senador responsable", señaló un comunicado.

Ante lo ocurrido ha habido reacciones de grupos defensores de animales, que recordaron que en Ciudad de México está prohibido el maltrato y sacrificio de animales.

El líder evangélico Aarón Lara expresó en un reciente artículo que existe una "asociación de Morena con la imagen de la 'Santa Muerte", denunciando que "sus integrantes han usado y usan la brujería". Citando casos como el del "Diputado chiapaneco Sergio Gutiérrez, que invitó a un brujo gay para hacer actos en el pleno de Cámara de Diputados cuando él fue el presidente de la Mesa Directiva”; y otro cuando “la persona a la que por ley debemos llamar Salma Luevano llevó una réplica de la Santa Muerte y con ella amenazó a varios diputados”. Y también que hay “muchos otros episodios”, entre los que se incluyen la denuncia de Pedro Ferriz, de Con, de que “en Palacio Nacional se llevan a cabo llevan actos satanistas de manera regular".

Los ritos y tradiciones indígenas con Tlaloc

Gómez se escudó en las tradiciones indígenas para justificar la ceremonia. La constitución consagra que "se tienen que respetar las prácticas de los pueblos originarios", dijo a periodistas.

Tlaloc es una deidad mesoamericana que era considerada responsable de la estación lluviosa y que recibía diversas ceremonias. Una de ellas era el Atlcahualo, que se celebraba del 12 de febrero al 3 de marzo. Implicaba el sacrificio de niños en cimas de las montañas sagradas. Los niños eran bellamente adornados, vestidos al estilo de Tlaloc y Tlaloque. En camillas regadas con flores y plumas, rodeadas de danzantes, eran transportados a un santuario y sus corazones eran arrancados por sacerdotes. Si en el camino hacia el santuario, estos niños lloraban, sus lágrimas eran vistas como signos de lluvias inminentes y abundantes. En cada festival de Atlcahualo, siete niños eran sacrificados en los alrededores del lago de Texcoco en la capital azteca.

Otro festival era Tozoztontli (del 24 de marzo al 12 de abril) que igualmente implicaba el sacrificio de niños. Durante este festival, las ofrendas eran hechas en cuevas. Las pieles desolladas de víctimas de los sacrificios que habían sido usadas por los sacerdotes durante los últimos veinte días eran colocadas en estas cavernas mágicas y oscuras.