Con el nombre de “No más violencia, un mensaje de Dios”, existe en Costa Rica una asociación cristiana sin fines de lucro, que procura promover una cultura de paz en varios sectores de la sociedad, incluyendo el área educativa. Así lo dio a conocer recientemente el Periódico Maranata de este país centroamericano. 

Dentro de la dinámica de funcionamiento, la organización prepara a miembros de iglesias y ministerios locales ofreciéndoles herramientas y entrenamiento para desarrollar programas que transmitan principios cristianos que prevengan la violencia en lugares como: escuelas, colegios, comunidades, empresas y centros deportivos, entre otros.

El pasado mes de julio se realizó en el país un encuentro de voluntarios, aprovechando la presencia de representantes de la organización a nivel internacional.

David Balyeat presidente de No más Violencia Internacional, acompañado de los directores Richard Edgar Gómez y Norberto Palmitano, se reunieron en el Ministerio de Justicia con el viceministro de Paz, Sergio Sevilla Pérez, con quien dialogaron respecto a las estrategias de esta agrupación en los distintos países, a la vez que pusieron el proyecto a disposición del gobierno costarricense.

Estos líderes internacionales también visitaron el Instituto de Alajuela - provincia ubicada al norte del país - donde se está desarrollando desde mayo, el programa de No más Violencia, con aproximadamente 450 jóvenes.

Breve historia

No Más Violencia (NMV), comenzó en el año 1997 en Argentina, como una reacción a una gran oleada de violencia que se vivía en casi todos los sectores sociales en esa nación y paulatinamente este movimiento tuvo gran éxito y se fue extendiendo por otros países. En la actualidad tiene su sede en los Estados Unidos.

El programa inició con un simple mensaje que decía “No más violencia, un mensaje de Dios”, el cual fue recreado en una inmensa bandera que se llevó a los estadios de fútbol y también se colocó en volantes que fueron distribuidos en diversos lugares.

Estos afiches tenían la imagen de dos niños abrazados vistiendo las camisetas de los dos principales equipos de fútbol de Argentina y que son rivales históricos.

Tal fue la aceptación en la sociedad de este proyecto, que dos años después el trabajo se extendió hacia las escuelas públicas y privadas.

Esto dio lugar a la elaboración de un material que comunicase valores y principios fundamentales, basados en lo espiritual, moral y ético, que sirvieran como plataforma para la construcción de una convivencia pacífica en la sociedad. Hasta la fecha se han distribuido millones de folletos similares alrededor del mundo.